viernes, 17 de julio de 2015

En Sueños Fui Un Lobo Que Cojeaba - Alejandro Jodorowsky


“En el teatro Casa de la Paz, mientras estaba subido a una escalera para fijar un reflector de escena y mascaba un puñado de esas semillas, tuve una visión: vi la totalidad del universo, un compacto amasijo de luces que tenía la forma de un cuerpo redondo en perpetua expansión y en plena consciencia. Fue tal la impresión que, lanzando un grito, perdí el equilibrio y caí de pie, torciéndome los tobillos. Al cabo de unas horas se hincharon, causándome fuertes dolores. Después de ingerir varios calmantes, me dormí. En sueños fui un lobo que cojeaba, con las dos patas traseras heridas. Apareció María Sabina. Me mostró un enorme libro blanco, lleno de luz. «Mi pobre animal: ésta es la palabra perfecta, el lenguaje de Dios. No te preocupes de no saber leer. Entra en sus páginas, formas parte de él.» Avancé hacia esa luz. Penetró todo mi cuerpo, menos las patas traseras. La anciana me las acarició con un amor tan grande que me desperté llorando. Ví con sorpresa que mis tobillos, completamente deshinchados, no me causaban el menor dolor”.

Alejandro Jodorowsky en “El maestro y las magas”
Ilustración: Sandra Dieckmann

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