miércoles, 29 de julio de 2015

El Peligro De Las Recetas Y Los Automatismos


Acudió a su médico de cabecera y este, con solo una mirada, le recetó lo mismo que al último paciente que acababa de atender.

-Pero doctor, dijo el paciente, ¿por qué me ha dado el mismo remedio sin tan siquiera escuchar lo que me pasa?

-Os he dado el mismo remedio, respondió el médico, porque he visto que los dos teníais una expresión facial muy similar.

Esto sólo es un chiste que sirve para explicar el absurdo de aplicar una misma receta porque tal vez vimos que... a nuestro vecino le fue bien.

Un vendedor dice a un cliente, llévese este par de zapatos, son los más vendidos este año. Y además se los dejo a la cuarta parte de su precio por ser los últimos que me quedan.

El cliente sale contento con su compra, una verdadera ganga. Pero al probárselos descubre que son de una talla menor a la que usa y le aprietan los pies.

Las únicas recetas válidas deberían ser como los buenos zapatos, siempre hechos a medida.

En otras ocasiones el poder de la receta se sustenta en la tradición, cuando se dice que “aquí las cosas siempre se han hecho así.”

La madre que explicaba a su hija la forma de cocinar un plato de jamón al horno en el que una parte fundamental era cortarle las puntas.

-¿Por qué hay que cortarle las puntas? –preguntó la hija.

-No lo se. Mi madre, tu abuela, siempre se las ha cortado y su jamón al horno es insuperable.

(Explicación de la abuela: Le corto las puntas porque mi horno es muy pequeño y no cabe la pieza entera)

Si nos anclamos en la repetición –bajo cualquier modalidad- podemos estar cometiendo el único gran pecado del que hablan los sufís, el de perder el tiempo.

Un esquimal explicaba en España un método para cazar focas. Decía que era infalible,” mano de santo”. Se lo había escuchado contar a su padre que a su vez lo aprendió del suyo, y así en una larga cadena que se perdía en la noche de los tiempos. ¿Por qué no debería seguir funcionando?

El método del que habla el esquimal seguramente es muy bueno y contrastado. Sin embargo debería adaptarse a los nuevos tiempos –en los que a lo mejor no se pueden cazar focas- y sobre todo a un lugar en el que no hay focas. Recordemos esa otra máxima sufí de “tiempo, lugar y gentes”.

Otra reflexión que me viene a la mente es que hacer una buena paella repitiendo una receta que hemos aprendido no nos convierte en cocinero. ¡Nada más lejos! Entonces podríamos preguntarnos sobre la fiabilidad de los especialistas que lo saben todo sobre una cosa muy concreta, sin tener ninguna visión de conjunto. ¿Qué sucede cuando no es una paella lo que está en el fuego?

Alejandro Jodorowsky dice respecto a los actos psicomágicos que estos deben crearse “a medida”, correspondiendo al carácter e historia de la persona. Que incluso las recetas que parecen ajustadas a nuestro problema, por resonarnos cuando las leemos, necesitan adaptación y algún cambio para resultar eficaces. Cualquier receta es sólo una aproximación.

El otro gran problema es que formar un psicomago, como sucede con los médicos, psicólogos, astrólogos, etc. es trabajo de toda una vida. La moda de los cursos acelerados al estilo de “aprenda inglés en siete días” no nos llevará muy lejos.

Un poco de humildad también es necesaria, un ejemplo en este chiste en el que un consultante pregunta a una vidente:

–Soy una de las mejores videntes del mundo, mi nivel de aciertos es del 99%.

(Después de fracasar en la consulta dice: Tienes verdadera mala suerte, entras dentro de ese insignificante uno por ciento con el que no puedo)

Juan Trigo afirma que las recetas en astrología son una práctica peligrosa que conduce directamente al fracaso... Las recetas sólo sirven como ejemplos para acabar de comprender la teoría, pero nunca deberían transcribirse literalmente.

Por tanto dejemos de ver las recetas como verdades, o de querer aplicárnoslas alegremente, porque es muy probable que no nos funcionen.

Fuente (Texto): Plano Sin Fin
Montaje de Imagen: Manny Jaef

No hay comentarios:

Publicar un comentario