domingo, 19 de julio de 2015

Alejandro Jodorowsky Y Christopher Doyle Unen Sus Talentos


El veterano cineasta franco-chileno comenzó el rodaje de Poesía sin fin junto a uno de los directores de fotografía más importantes del mundo, el australiano-hongkonés Christopher Doyle

Hoy Alejandro Jodorowsky, conocido por su múltiples facetas como cineasta y como escritor ha iniciado el rodaje de su octavo largometraje (y noveno film, si incluimos su ópera prima, el cortometraje La cravate, en 1957), titulado Poesía sin fin.

Aunque se titula igual que su antología poética (publicada por Editorial Huacanamo y reeditada en bolsillo por Random House), Poesía sin fin es en realidad la continuación de su película La danza de la realidad (2013), que filmó durante el verano de 2012 en Chile y presentó con gran éxito en el Festival de Cannes en mayo de 2013, tras una ausencia de veintitrés años alejando de la dirección cinematográfica. Aquella película obtuvo excelentes críticas en todo el mundo e incluso logró un premio importante en Francia, el Prix Saint-Germain.

Pese a ser un hombre proveniente del teatro (en su triple faceta de director, dramaturgo y actor), Jodorowsky es un cineasta que cuida con todo detalle el aspecto visual de sus películas. En Poesía sin fin vuelve a contar con el talento de su hijo Adán Jodorowsky (músico y actor, compositor de la extraordinaria banda sonora de La danza de la realidad, en donde también actuaba) y con los diseños de su mujer, la diseñadora y pintora francesa Pascale Montandon, que colaboró con él en La danza de la realidad. En aquella parte, que narraba su infancia en Tocopilla (Iquique, Chile) en torno al año 1939-1940, el director de fotografía fue el polivalente operador Jean Marie Dreujou, colaborador de Jean-Jacques Annaud (Oro negro, Su majestad Minor) y de Patrice Leconte (La chica del puente, El hombre del tren), con quien hizo sus mejores trabajos de iluminación, composición y encuadre.

Pero en esta ocasión Jodorowsky ha elegido a un operador más “artístico”, el prestigioso cinematographer Christopher Doyle (Sidney, 1952), australiano afincado durante años en Hong Kong y que saltara a la fama por su labor magistral en In the Mood for Love (Deseando amar, 2000), de Wong Kar Wai. Con él ya había trabajado en Ashes of Time (1994), Chungking Express (1994) y  Happy Together (1997) y volvería a hacerlo en la extraordinaria 2046 (2004), film en donde Doyle ha alcanzado sus más altas cotas estéticas. Además de sus trabajos con los más importantes directores chinos, como Edward Yang, Chen Kaige o Zhang Yimou (su labor en Héroe, 2002, es muy inspirada), Chris Doyle ha realizado importantes trabajos de fotografía con directores de Hollywood, como Jon Favreau, Gus Van Sant (Paranoid Park, 2007), Barry Levinson, su compatriota Philip Noyce, el irlandés Neil Jordan (Ondine, 2009) o el cineasta underground Jim Jarmusch, en Los límites del control (2009), un film que seguro que es del agrado de Jodorowsky. Un director que, en su más de medio siglo de carrera cinematográfica siempre ha dedicado mucho esfuerzo a la iluminación de sus películas y a la compenetración con su operador y cameraman, como demuestran sus mejores trabajos con Rafael Corkidi en su trilogía mexicana (1968-1973) y no tanto en Santa sangre (1989), en donde el trabajo con el director de fotografía italiano Daniele Nannuzzi es algo inferior.

Junto al polaco Pawel Edelman, los estadounidenses Mathew Libatique y Robert Elswit y el mexicano Emmanuel Lubezki, Christopher Doyle forma parte del top-5 mundial de operadores de cinematografía del siglo XXI.

Una unión de dos talentos veteranos, Jodorowsky (86 años) y Doyle (63), que seguro que dará frutos artísticos de la máxima calidad. La unión de la  estética fotográfica y el arte verdadero, poético y simbólico, lo veremos en Poesía sin fin, que narra las vivencias del propio Jodorowsky en el Santiago de Chile poético y desmadrado de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, cuando gente como Nicanor Parra, Violeta Parra y Enrique Lihn revolucionó el panorama poético y artístico de Chile.

Pero tengamos paciencia. Tendremos que esperar a 2016 para disfrutarlo. ¿De nuevo en Cannes?

Publicado por Diego Moldes
Foto: Constanza Giuliani

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