¿Es La Muerte Un Sueño?

Si, como creen los filósofos materialistas, la mente no es mas que una sombra del cerebro, no existe ninguna posibilidad de que la conciencia sobreviva a la muerte. Pero la humanidad sigue creyendo tenazmente en una vida después de la muerte. ¿Hasta que punto esta justificada esta fe?

La inmensa mayoría de la Humanidad siempre ha dado por supuesto que determinados aspectos de la personalidad humana sobreviven después de la muerte corporal. En muchas sociedades se considera que los ancestros viven, en una especie de otro mundo donde pueden ser contactados por los shamanes mediante sus sueños o trances.
Por contrario, los partidarios de la filosofía materialista niegan fervientemente que ningún aspecto de la conciencia personal pueda sobrevivir a la muerte del cuerpo físico.

Pero si, en contraste con las creencias de los materialistas, existe de hecho alguna forma de supervivencia personal a la muerte del cuerpo, ¿en qué consiste exactamente? La respuesta más usual es decir que es la vida del alma. Pero, ¿qué es exactamente el alma? ¿Es tal vez aquello a lo que nos referimos al usar la palabra “mente”? Y, en tal caso ¿qué clase de existencia puede tener la mente sin el cuerpo físico?
Una respuesta a esas preguntas puede proporcionarla la experiencia del sueño. Al soñar, nos encontramos a nosotros mismos en toda clase de lugares y situaciones. Vemos y oímos cosas, hablamos con la gente y nos movemos de un lado a otro, mientras, el cuerpo en el que nos encontramos en sueños no puede ser nuestro propio cuerpo, sino al que podemos referirnos como “cuerpo onírico”. Este cuerpo onírico, al igual que nuestro cuerpo físico en estado de vigilia, es algo que en el sueño damos por supuesto y que parece suficientemente real. Solamente, al despertarnos nos damos cuenta de que estábamos soñando y que el mundo onírico y el cuerpo onírico que experimentábamos no eran en realidad lo que consideraríamos físicamente real.

Para despertarnos, necesitamos el cuerpo físico. Después de la muerte, por supuesto, ya no podemos hacerlo. Pero tal vez seguimos existiendo en una especie de estado onírico del que no podemos despertar. En dicho estado, el cuerpo onírico parecerá real, y también el mundo que experimentemos, pero no será el mundo físico, como tampoco nuestros sueños ordinarios tienen un carácter físico.

Visiones fascinantes de la naturaleza del mundo onírico surgen en los llamados sueños lúcidos, en los que la persona que sueña es consciente de estar soñando. Estos sueños son relativamente raros, pero muchas personas han tenido experiencias ocasionales de este tipo (por ejemplo, dándose cuenta durante una pesadilla de que lo que les está pasando no es al fin y al cabo más que un sueño). Algunas personas, sin embargo, tienen sueños lúcidos con bastante regularidad e incluso lo exploran deliberadamente. De hecho, han descubierto que el mundo que experimentan en sus sueños lúcidos es normalmente mucho más realista y consistente que en los sueños normales. La diferencia principal es que, en los sueños lúcidos, pueden hacer lo que quieren e ir donde quieren simplemente deseándolo.

Fuente: chasque.net

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Ilustración: Mahendra Singh

Intervención de Imagen: Manny Jaef 

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