domingo, 12 de julio de 2015

Kafka Y La Muñeca: La Omnipresencia De La Pérdida


“Cuenta la historia, que Franz Kafka, se encontró con una niña en el parque al que se iba a caminar todos los días. Ella estaba llorando, había perdido a su muñeca y estaba desolada. Kafka se ofreció a ayudar a buscar  a la muñeca y se dispuso a reunirse con ella al día siguiente en el mismo lugar. Incapaz de encontrar a la muñeca compuso una carta “escrita” por la muñeca y se la leyó cuando se reencontraron. “Por favor no me llores, he salido de viaje para ver el mundo. Te voy a escribir sobre mis aventuras”. Este fue el comienzo de muchas cartas. Cuando él y la niña se reunían, él le leía estas cartas cuidadosamente compuestas de aventuras imaginarias sobre la querida muñeca. La niña fue consolada. Cuando las reuniones llegaron a su fin, Kafka le regaló una muñeca. Ella obviamente se veía diferente de la muñeca original. Una carta adjunta explicó: “mis viajes me han cambiado...”. Muchos años más tarde, la chica ahora crecida, encontró una carta metida en una grieta desapercibida dentro de la muñeca. En resumen, decía: “Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente”.

Kafka y la muñeca: la omnipresencia de la pérdida, de May Benatar

No hay comentarios:

Publicar un comentario