miércoles, 16 de abril de 2014

No Te Des Por Satisfech@

La palabra discípulo es preciosa, significa: alguien que es capaz de aprender. Viene de una raíz que significa «aprender»; un discípulo es aquel que es capaz de aprender.

Conviértanse en discípulos... discípulos de su propia vida. La vida es realmente tu maestra. Y si no puedes aprender de la vida, ¿de qué vas a aprender? Si hasta el gran maestro de la vida es derrotado por ti y no puede enseñarte nada, ¿quién podrá entonces enseñarte algo?

Este universo es una universidad. Cada momento es una lección, cada frustración es una lección. Cada vez que fracasas ¡aprende algo! Poco a poca entra el rayo de la sabiduría. Uno se vuelve alerta centímetro a centímetro, uno se vuelve capaz de no repetir los mismos errores centímetro a centímetro, uno se vuelve capaz de no repetir los mismos errores centímetro a centímetro. En el momento en que empiezas a aprender, empiezas a acercarte a Dios.

Y no confíes en las sabidurías pequeñas, no creas que ya has llegado. Un pequeño aprendizaje algunas veces satisface demasiado a la gente... luego se para, luego deja de moverse. Se trata de un gran viaje, de un viaje sin fin. Cuanto más aprendas, más serás capaz de aprender. Cuanto más aprendas, más te darás cuenta de lo mucho que te queda por aprender. Cuanto más sabes, más intenso se vuelve el misterio. Cuanto más sabes, sientes que sabes menos. Con la sabiduría se revelan nuevos misterios.

Así que no te sientas satisfecho con un poco de conocimiento. No te des por satisfecho hasta que Dios no se te revele. Deja que haya un gran descontento espiritual.

Sólo aquellos que son lo bastante afortunados para sentir este divino descontento (de que nada menos que Dios les satisfacerá), sólo aquellos llegarán, nadie mas.

Osho, de La Transformación Tántrica


No hay comentarios:

Publicar un comentario