Surgieron de la nada.
- ¿Quién eres?
- Soy yo, ¿y tú?
- Soy yo.
- Ah no, ¡ese soy yo!
- Sí, pero esa soy yo.
- ¡No me vengas con sutilezas, no hay más yo aquí que yo!
- Si lo tomas así, me veo obligada a decirte que tú eres tú.
- Ya veo lo que esta pasando: tú me quieres robar mi identidad para ser yo.
- No puedo robarme lo que es mío: ¡yo soy yo y tú eres tú!
- Si yo soy tú y tú eres yo, entonces tú eres tú. ¡Nada se puede contra la lógica: estás equivocada!
- De acuerdo, digamos que tú eres yo. En ese caso yo soy tú. Así que tú eres entonces tú. ¡El equivocado eres tú, no yo!
- ¿Ah sí? ¡Pero qué tonta: si dices que el equivocado es tú, entonces no puedo yo estar equivocado!
- Ya me cansé de discutir contigo. Seas quien seas, yo me voy.
- No, tú vete.
Y ambos desaparecieron.
◇
Imagen: Duality by WorlockMolly
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