Frente a espectadores pasivos (todos salvo uno con las manos en los bolsillos), este hombre se prepara a hacer la demostración pública que es posible liberarse de sus cadenas. Su torso desnudo muestra lo que todos los demás llevan bajo su ropa. Lo que él ve (a nivel de sus ojos) y a lo que en ese instante ellos le dan la espalda, es a la Esperanza (nombre del café con toldo blanco, en el fondo). Nadie es sin embargo indiferente a lo que va a ocurrir. Podemos imaginar que, una vez que el artista haya terminado su número, sacarán las manos de los bolsillos para aplaudir (las manos simbolizando la posibilidad de acción en el mundo) y al voltearse se encontrarán con el mensaje de la vida que antes no veían. ¿Lo leerán? Vemos aquí al individuo activo y al grupo pasivo: algunos sí, otros no, ya que dejarán de ser grupo para volver cada cual a su individualidad.
El trabajo que haces sobre ti mismo, a menudo solitario, sirve para liberarte y asumirte tal como eres; mientras te mantengas en la brecha, hay esperanza.
También sirve como ejemplo para aquellos que aún no han encontrado el coraje de hacerlo...
El bien que te haces, se lo haces al mundo.
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Brontis Jodorowsky en Tumblr
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