Parafraseando aquella máxima de que “quien teme a la muerte es que teme a la vida”, cuando vives el amor en toda su plenitud e intensidad, es decir pudiendo viajar desde las profundidades de tu conciencia, al encuentro directo con los condicionamientos que lo impiden y coartan en este planeta humano, hasta las alturas donde la luz es más brillante, puedes ver a la muerte como una de las puertas más creadoras de la vida.
Texto: Juan Trigo
Imagen: Fito Espinosa
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