domingo, 5 de abril de 2015

El Simbolismo De La Cruz (Tercera Parte)


Alejandro Jodorowsky: El Maestro Gurdjieff utilizó este proverbio iniciático: “Si conoces 10, enséñales 9”. A ningún discípulo le enseñó el 1 restante. Lo que no dijo Gurdjieff lo reveló René Guénon. Lee “El simbolismo de la cruz” y “Los estados múltiples del ser”. Yo los leí en francés. El sentido último de las danzas que enseñó Gurdjieff es el aniquilamiento de la individualidad para llegar a lo que en verdad se es. Un ser humano lo conoce todo, pero está invadido por límites familiares, sociales y culturales que le impiden vivir como un ser esencial. El dicho “Si conoces 10, enséñales 9” el pueblo lo transforma en “Los hombres son como los melones, de cada 10, nueve son huevones”.

Sinopsis de EL SIMBOLISMO DE LA CRUZ

Este libro, uno de los más importantes de René Guénon, estudia un símbolo que, en sus diversas formas, se encuentra casi en todas partes y desde los tiempos más remotos; el hecho de que sea común a casi todas las tradiciones parece indicar su vinculación directa con la gran Tradición primordial. No se trata, pues, de un símbolo perteneciente en exclusiva a la tradición cristiana, tradición que incluso parece haber perdido de vista el carácter simbólico de la cruz y considerarla tan sólo como signo de un acontecimiento histórico. Pero, como dice el autor, ambos puntos de vista, el simbólico y el histórico, no se excluyen mutuamente, sino que el segundo es en cierto sentido una consecuencia del primero: si Cristo murió en la cruz, fue a causa del valor simbólico que la cruz posee en sí misma, sin que ello disminuya para nada su significación histórica. Guénon subraya la pluralidad de significados que, como todos los símbolos, contiene la cruz: representación de los principios metafísicos, pero también de realidades de todos los órdenes superiores al suyo propio, aunque todavía contingentes. Sin embargo, el autor no desarrolla todos estos significados por igual, ya que su interés esencial se centra en el sentido metafísico, el cual legitima y da valor a todos los demás.
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Tercera Y Última Parte De El Simbolismo Metafísico De La Cruz Según René Guénon:

Por lo demás, también se podría decir que la integración del estado humano, o de no importa que otro estado, representa, en su orden y en su grado, la totalización misma del ser; ello se traduce muy claramente en el simbolismo geométrico que vamos a exponer. Si es así, lo cual se puede encontrar en todas las cosas, claramente en el hombre individual, y de modo más particular en el hombre corporal, correspondencia y figuración del «Hombre Universal», cada una de las partes del Universo, ya se trate de un mundo o de un ser particular, es siempre y en todas partes, análoga al todo. También un filósofo como Leibnitz tuvo razón, sin duda, al admitir que toda «substancia individual» (con las reservas hechas más arriba sobre el valor de esta expresión) debe contener en sí misma una representación integral del Universo, lo cual es una aplicación correcta de la analogía entre el «macrocosmos» y el «microcosmos»; pero, limitándose a considerar la «substancia individual» y queriendo hacer de ella el ser mismo, un ser completo e incluso cerrado, sin comunicación real alguna con nada que esté fuera de él, se ha impedido a sí mismo el pasar del sentido de la «amplitud» al de la «exaltación», con lo que ha privado a su teoría de un alcance verdaderamente metafísico. En absoluto pretendemos entrar aquí en el estudio de las concepciones filosóficas, cualesquiera de que se trate, ni de cualquier otra cosa que pertenezca también al dominio de lo «profano»; esta observación ha venido de forma natural, como una aplicación casi inmediata de lo que acabábamos de decir sobre los dos sentidos según los cuales se efectúa el desarrollo del ser total.
Volviendo al simbolismo de la cruz, nos queda por indicar que éste, aparte de su significado metafísico y principal, del que exclusivamente hemos hablado hasta aquí, tiene otros sentidos diversos más o menos secundarios y contingentes; es normal que sea así, después de lo que acabamos de decir, de manera general, de la pluralidad de sentidos incluidos en todo símbolo. Antes de desarrollar la representación geométrica del ser y de sus múltiples estados, tal como se resume sintéticamente en el signo de la cruz, y de penetrar en detalle en este simbolismo, bastante complejo cuando se quiere penetrar en él todo lo posible, hablaremos un poco de los demás sentidos, pues, aunque las consideraciones a las que hacen referencia no sean propiamente el objeto de la presente exposición, sin embargo, se encuentran relacionados en cierto modo, y, a veces, incluso más estrechamente de lo que podríamos imaginar en un principio, siempre debido a esta ley de correspondencia a la que nos estamos refiriendo desde el principio como fundamento mismo de todo simbolismo.

Abd Al-Wahid Yahia (René Guénon)

Fin



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