Las Uñas

“Si vendes una de tus uñas, acabarás vendiendo no sólo tu cuerpo entero, sino también tu alma”.

— Alejandro Jodorowsky 

Diálogo vía Twitter 
Preguntan a Alejandro Jodorowsky en Twitter:
- @MatiasSeil: Alejandro, ¿tiene una explicación el hecho de que la gente se coma las uñas?
Respuesta: Las uñas crecen sin cesar. Quizás tu niñ@ interior tiene angustia de crecer por miedo a perder la protección de sus padres.

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Representan protección. Las uñas son símbolos de defensa, “mostrar las uñas” y de ataque “arañar”. En los animales, la garra es un símbolo de poder, igual que el diente de tiburón.

Las uñas constituyen un tipo de piel modificado por queratina, un tipo de proteína fibrosa muy resistente. Son partes vivas de nuestro organismo y crecen un promedio de 0,1 cm diarios, algo más rápido las de las manos que las de los pies.

La función de las uñas en el actual estado evolutivo del hombre, es la proteger la yema de los dedos y ayudar a la prensión de objetos; sin embargo las uñas están conectadas ancestralmente a la agresividad.

Al igual que el resto de nuestro cuerpo, las uñas enferman, incluso la salud de las uñas es reflejo de la salud del cuerpo en general. Por ejemplo, unas uñas amarillas pueden indicar que el hígado no funciona demasiado bien. Unas uñas azuladas hablan de problemas en la circulación sanguínea. Uñas frágiles alertan sobre problemas de reumatismo. También suelen indicar que la persona en su búsqueda de perfección se inmoviliza. Cuando presentan surcos, falta vitamina B y si es la vitamina C la que escasea, se tiende a tener padrastros.

Respecto a las uñas de los pies, los dedos representan nuestra forma de avanzar en la vida, la mayoría de problemas asociados a este lugar nos impiden caminar libremente y muestran nuestros miedos al futuro.

-Unas uñas de muchísimo grosor, imposibles de cortar con unas tijeras, nos hablan de las defensas tan formidables que la persona utiliza en su vida diaria.

-La uñas enterradas vendrían a ser las propias defensas que en su crecimiento nos autolesionan. Cuando las defensas se convierten en un problema...

Las uñas de las manos y de los pies también son un asunto de estética y, así mismo, funciona como indicador de la higiene personal. El gusto por las uñas demasiado cortas, con una esmerada manicura, o demasiado largas y limadas hasta hacerlas puntas de lanza o puntas cuadradas, llevarlas al natural o con llamativos colores, decoradas o negras, todo un popurrí de estilos de exponer, como en un escaparate, la gestión de nuestra agresividad.

Atendiendo a su conexión con el potencial agresivo del ser humano, no podemos obviar lo que sucede en las uñas y menos si éstas son deformes o están enfermas. Una anormalidad genética en las uñas viene a informarnos de algún conflicto con el manejo de la agresividad dentro del árbol genealógico, por exceso o por defecto. Por ejemplo cuando nace un niño con uñas que se clavan en su propia piel.

Los hongos que crecen en torno a las uñas cuando el sistema inmunitario está débil, simbólicamente nos alertan de que estamos expuestos a invasores por nuestra falta de defensas eficaces.

Uno de los problemas más frecuente relacionado con las uñas es las Onicofagia, el hábito compulsivo de morderse las uñas hasta producir verdaderas lesiones en los dedos, así como deformaciones en la dentadura. Como símbolo de protección, nos las mordemos cuando no nos sentimos protegidos, cuando creemos que no tenemos ayuda exterior. También cuando nos sentimos frustrados o limitados y no nos vemos en condiciones de defendernos ni de expresar nuestro enfado.

Al mordernos las uñas expresamos agresividad, pero sobre nosotros mismos. Roerse uno mismo.

Detrás de la Onicofagia también hay uno o varios de estos elementos que tienen como denominador común una tensión acumulada que se descarga con el acto de morderse las uñas:

▹ Falta de estimulación. Personas con motivaciones insatisfechas que se aburren porque no canalizan la gran energía que tienen acumulada para la acción.

▹ Miedo, ansiedad, temores reprimidos. Inconscientemente uno dice, “me como a mí mismo para desaparecer, para escapar de esta situación”.

▹ Culpa inconsciente por creer que se ha hecho daño a alguien, hacer desaparecer las garras como arma metafórica “del crimen”.

▹ Ira reprimida: el enemigo se desplaza a una parte de si, las uñas. “En lugar de morderte, me muerdo, y es así descargo la ira”.

Las técnicas más utilizadas para tratar la Onicofagia han sido conductuales (asociar la conducta de morder las uñas a un estímulo adverso y reforzamiento positivo de conductas incompatibles con aquella), pero los resultados no son siempre los esperados.

Pensamos que a los problemas con las uñas, aunque de manera complementaria se traten con alguna técnica de modificación de conducta, hay que afrontarlas con un análisis de nivel personal y familiar, pormenorizado sobre la ira y la agresividad, o la falta de estimulación ambiental, profundizar en las causas de la culpa o en su caso, de la ansiedad y el miedo. 

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Imagen: Black Nails by Cleonique Hilsaca Castro

@alejodorowsky en Twitter

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