“Es sabio aquel que entre dos males elige el menor y entre dos cosas buenas discierne cual es la mejor”.
— Alejandro Jodorowsky
Todo aquello que el hombre construye parte de una idea, de un sueño. Debemos permitirnos soñar y también ser ambiciosos al fijarnos nuestros objetivos. Se dice que las metas son como las estrellas, que siempre están fijas y que las adversidades son nubes temporales, pasajeras. Por eso es importante fijar nuestra mirada en las estrellas y mantener los pies bien anclados en el suelo. Uniendo fuerza mental y pasión, este conglomerado hecho de ilusión, voluntad, fuerza, trabajo y esfuerzo, pocas cosas se pueden resistir.
Como bien dice Eduardo Galeano, la función de las utopías es ayudarnos a caminar. Alejandro Jodorowsky, al hablar de la importancia de los sueños, nos explica que un arquero quiso cazar la Luna y noche tras noche sin reposo lanzaba sus flechas en dirección al astro. Sus vecinos se burlaban de él pero inmutable el arquero continuó lanzando sus flechas. Se dice que nunca alcanzó la Luna pero que se convirtió en uno de los mejores arqueros del mundo.
La imagen mental que nos hacemos de aquello que realmente queremos conseguir provoca que, poco a poco, uno vaya dando pasos que lo van acercando a su objetivo. Decía Rudyard Kipling:
“Si piensas que estás vencido ya lo estás”.
(M.Conangla y J.Soler. Ecología Emocional)
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Imagen: The Moon by Cup of VictoryTea
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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