Llegada al final de su desarrollo, la vía del corazón nos presenta el amor universal bajo forma de nueve copas abiertas rematadas con otra mayor y sellada: la última ya no se encuentra en la dinámica de dar y recibir, espera ser empleada, al igual que un santo podría considerarse instrumento de Dios en espera de ser empleado por Él. En el mito cristiano, el amor divino se hace carne para propagar el amor en el mundo y servir, sea cual sea el precio. Esta carta indica un corazón colmado, una acción concreta para emprender (convirtiéndose en As de Oros), y que la realización emocional ya ha tenido lugar. Si esta carta es negativa, puede significar un bloqueo, la no aceptación de uno mismo, la venalidad, el negarse a evolucionar.
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Imagen: Manny Godar
@alejodorowsky en Twitter
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