Aunque el consultante no crea en ello, su inconsciente aceptará esta curación imaginaria como real:
Poner a entibiar dos litros de agua en una cacerola y agregar tres puñados de sal gruesa. Coger un manojo de perejil, empaparlo en la preparación y pasarlo por todo el cuerpo, comenzando por el lado izquierdo. Repetir dos veces al día esta operación: una vez por la mañana y otra por la noche. Cada vez que se termine la tarea, poner el perejil en la cacerola vacía, rociarlo con alcohol y prenderle fuego. Tirar las cenizas por el inodoro. Hacer esto durante siete días seguidos.
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Alejandro Jodorowsky en “Manual de Psicomagia”.
Imagen: Diana Grigore
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