— Hammer Clume retwitteado por @alejodorowsky
Una mujer de 40 años compraba compulsivamente bolsos, abrigos, cinturones y zapatos de firma. Tenían en común el alto precio y la fabricación en piel. Llegó a llenar el vestidor de su apartamento, más dos armarios más instalados en el salón. A veces tenía regalar o devolver algunos de estos productos porque era imposible que cupieran en el espacio disponible.
Analizando su árbol genealógico pudimos ver que su madre quedó huérfana nada más nacer. Su abuela no tuvo tampoco madre y en ella se prohibió la maternidad. Su padre, viudo y amargado nunca la tocó, por miedo a la pilsión sexual incestuosa, y murió siendo ella adolescente. Conoció el contacto con la piel a través del mercado peletero y como era algo tan preciado para ella, cuanto más caro valiese el producto más afinaba en el simbolismo que tenía interiorizado.
Acto Psicomágico:
Le propusimos que llenase una camioneta con todos los productos acumulados y pidiera a dos amigos, hombre y mujer que la acompañaran a un descampado alejado de la ciudad. Ella conduciría el vehículo hasta el lugar señalado y juntos amontonarían el cargamento en forma de pirámide. El hombre se pondría una máscara de su padre y la mujer de su madre. Ella, desnuda y tendida sobre una colchoneta, sería masajeada por estos padres simbólicos mientras ardía esa montaña de piel.
De las cenizas resultantes de la fogata, guardaría como una cucharadita muy pequeña: un poco se la tomaría con leche y otro poco con vino, para hacer el efecto contraveneno. El resto la enterraría y plantaría un eucalipto allí mismo.
Durante 21 días, a la misma hora en que solía ir a comprar los productos de piel, compraría 14 botellas pequeñas de agua mineral para regar el eucalipto y después de hacer esto, haría de voluntaria en un centro de niños desamparados, a los que acariciaría y daría todo el amor que a ella le faltó.
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Imagen: Sunny Gu
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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