Dice Alejandro Jodorowsky en su libro “Cabaret Místico” que los senderos negativos por los que transitamos son numerosos. Aquí un breve resumen de alguna de esas desviaciones de la personalidad que él cita:
- Somos víctimas de nuestras “pulsiones”, (resultado de los abusos que sufrimos de niños) sin creer que podemos conducirlas de la autodestrucción a una vida mejor... En el fondo no queremos saber nada profundo de nosotros mismos.
- Desplazamos nuestros problemas acusando a otros de causarlos; y los sublimamos queriendo salvar a todo tipo de víctimas, pero sin ayudamos a nosotros mismos.
- Nos identificamos con grupos, y en ellos ahogamos nuestra personalidad.
- Lo que al interior le reprimimos, lo proyectamos al exterior; lo que somos no queriéndolo ser, se lo reprochamos a los otros.
- Cada vez nos comportamos más como niños, buscando a alguien que nos ponga límites, que organice nuestra vida. Nos refugiamos en lo que creemos que es nuestro sentido común, lo explicamos todo a través del intelecto negándonos el acceso al inconsciente.
- Necesitamos el reconocimiento social: hemos de sentimos importantes, cueste lo que cueste.
- No corremos ningún riesgo por temor a hacer el ridículo o a ser criticados, no realizamos nuestra obra porque sabemos que al final tampoco estaremos satisfechos de ella.
- Totalmente dependientes, no podemos tomar decisiones, no podemos expresar nuestros desacuerdos o críticas, no podemos tener proyectos porque nadie tiene confianza en nuestras virtudes.
- No reconocemos que es posible convertir los acontecimientos adversos en oportunidades benéficas.
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Imagen: Soft shield by Laetitia Van Der Kelen
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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