¿Cómo abres tu puerta hacia el inconsciente?
Alejandro Jodorowsky: Fijando la atención en mí mismo. No es meditación. Estoy cansado de la chinosería, tibetanería, japonesería. Me doy cuenta que esa gente esta con uñas y garras tratando de llegar a Occidente. El Dalai Lama está tratando de hacer negocios, es un político. Los chinos son la nueva industria, no les queda nada de tradición. Los japoneses, están en la guerra industrial. Todos quieren llegar a Occidente.Depender de una posición de meditación con las manitas así o así es un poco ridículo. O por qué no así o así. ¿Por que no? A mi no me cuesta nada hacer esas posiciones de los chinos, porque sólo son posiciones de manos. Una vez le pregunté a un loco ¿qué es esto? (enseñando un falso mudra), y el me dijo “10 dedos”. Ahí me iluminó.
Me acuesto como cualquier ser humano, y me siento. Sé que soy mortal. Cosa que la gente no sabe. Sé que esto es mi cuerpo, que va a desaparecer y eso es evidente para mi. Ya con ese conocimiento -que es la base- sé que el amor es una ilusión, que es un calentamiento momentáneo de todos los instintos que tiende a la reproducción. Pero pasada esa fase, se convierte en otra cosa que es la necesidad del otro. Todas esas cosas ya las se. Las dejo de lado y me meto en mi cuerpo.
Antes era un cuerpo que tenia un espíritu; ahora soy un espíritu que tiene un cuerpo. Entonces me veo dentro de este animal y que vivo dentro del él, y sé que no estoy en el interior: estoy como en la raíz, luego estoy en la piel, que es la separación del mundo y luego me prolongo hacia afuera. Sé que estoy en el mundo también, parte de mí está afuera. Cuando te hablo no tengo sensación de cara con una nariz. Porque yo no pienso dentro. Todo eso siento, entonces no necesito ingerir sustancias, porque cada noche “me veo”.
A veces me subo al ascensor y digo “que raro, tengo una mano”. Parece tan raro tener una mano y apretar un botón, ¡es de simio! Veo el mono que soy, soy un mono, ¿sabes lo que es ser un mono? Soy un primate, soy un simio que esta apretando un botón. Es raro que este enorme espíritu apriete un botón. Entonces, no me voy a echar un LSD para ver eso, pues.
Y luego veo toda la riqueza de la energía vital y luego soy totalmente consciente de mi esqueleto. En este momento está hablando un esqueleto. Lo sé porque aquí lo tengo, que está moviendo la mandíbula. Dentro de los huesos siento la médula, que es pura felicidad. La felicidad esta ahí, porque el hueso es vivo. Está creando vida ahí, las células vitales. Ahí esta la vida y yo la siento. Entonces no necesito de las drogas. Cuando estoy enervado, respiro no más. Es como si me hubiera fumado un porro. No necesito echarme una fumarola para calmarme.
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