Alejandro Jodorowsky: No hay que obstinarse en permanecer sumergido en el dolor cuando de pronto alguien nos deja. Debemos darnos cuenta que nunca poseímos nada, que nada nos pertenecía, que todo era prestado. No es que hayamos perdido, sino que las cosas volvieron a ser lo que en verdad eran. Hay quienes permanecen 20 o 30 años en el luto, sacrificando su vida. Esto quiere decir que el duelo les conviene para conservar su muy oculto rencor, no sueltan al muerto para continuar asesinándolo. Es necesario dejar durante un tiempo extinguirse naturalmente el dolor, así, mientras ese dolor disminuye, el amor crece. Nuestro deber vital es dejar crecer las ramas de un nuevo afecto, no permanecer encerrados en el sufrimiento, para aceptar que cada nuevo día de vida es un regalo divino. La primera vez que vi a mi Maestro Zen, me mostró una palabra japonesa que había dibujado en un muro: “Felicidad”. Esa palabra resumía toda su doctrina. “¿Si eso no te hace feliz, de qué te sirve meditar 24 horas por día?” Deja que con libertad, por la oscuridad de tus venas, circule la roja sangre del amor.
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“Si no soy nada soy demasiado”.
— Alejandro Jodorowsky
Diálogo vía Twitter
Preguntan a Alejandro Jodorowsky en Twitter:
- @_eusouogoku: No comprendí. ¿El nada se convierte a todo, y el todo a nada? Hombre, ¿puedes explicarme?
Respuesta: Todo nos es prestado. Si creo tener algo exagero mi importancia.
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Imagen: Nothing 142 by RedupReda
Montaje de Imagen: Manny Jaef
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