sábado, 12 de abril de 2014

¡Fuego! ¡Fuego!

Creo firmemente que descubriremos el fuego por segunda vez en la historia de la civilización humana. Salvo que esta vez, la chispa vendrá desde nuestro interior”.

Debashis Chatterjee

Dos Cuentines:

➊- En los pueblos pequeños, donde no existía ningún servicio de bomberos, eran las campanas las que señalaban que había que acudir con celeridad para sofocar cualquier incendio.

-¿Cómo se organizaban?

Cada persona, con independencia de su edad, era un bombero potencial. Largas colas de personas que se pasaban cubos llenos de agua hasta alcanzar el punto fatídico donde se había originado el fuego.

-¿Qué lectura se hacía?

Todos colaboraban porque el fuego, como cualquier otra inclemencia, afectaba a todos. Cualquier acontecimiento era como un maestro del que se podían aprender valiosas lecciones

-¿Qué podía aprender la familia que se le quemaba el tejado de su casa?

Una de las grandes lecciones era que lo que llamamos “realidad” sólo es un espejo que refleja cosas que suceden en nuestro interior. En pocos segundos el fuego podía hacer desaparecer el tejado, y con él las ideas sobre la protección que se habían heredado.
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➋- Un fuerte olor a plástico quemado llamó su atención. A sus espaldas un viejo archivador lleno de disquetes había salido ardiendo al caerle encima una vara de incienso encendida. La respuesta automática fue acudir a lo urgente: apagar el fuego y limpiar los restos del humo y las cenizas que las llamas habían dejado por toda la habitación. La respuesta reflexiva vino tras responder a esas tres preguntas que hay que formularse tras cualquier accidente:

-¿Por qué ahora?

-¿Qué simboliza lo accidentado?

-¿A qué acción me lleva?

“En este momento de transformación, debo despedirme de todo lo del pasado que no me sea útil en el presente. Lo que se quema por fuera, se quema por dentro. Voy a deshacerme de objetos cargados de toxicidad, voy a purificar mi mundo para purificar mi alma”.

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Es conocido que pasados los primeros meses la pasión, el fuego interior que alimenta a la pareja, puede atemperarse. La generosidad sin límites y la falta de egoísmo que toda pareja enamorada esgrime inicia una transformación. Pero no seamos agoreros, ni tampoco temamos a los cambios. Establezcamos una relación en la que alicientes, emociones y novedades fluyan sin fin. Si además somos capaces de descubrir la constancia, ese fuego del que hablamos resultará inextinguible.

El fuego está delante de la tierra, del aire y del agua. Primero la pasión, después la estabilidad, la comunicación y las emociones.

El fuego va hacia fuera y su calor, cuando es constante, provoca que maduren los frutos.

Textos tomados de Plano Sin Fin
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Hay Fuego En Los Tweets De @alejodorowsky

Si el amor es como el fuego y la ausencia como el viento, la ausencia apaga el amor pequeño y enciende el amor grande.
El viento apaga un fuego pequeño y hace crecer más a uno grande. Para el amor, así como el viento es la ausencia.
Como la tierra,no admitas propietario;como el viento sé un éxodo eterno;como el fuego,da el calor de tu alma;como el agua, no tengas forma.
Respeta el fuego de la hoguera pero también sus cenizas.
Porque tu amor te dejó, cesa de autodestruirte: No se lanza el cofre del tesoro al fuego cuando se pierde la llave.
Si el fuego de un amor está mal apagado, es fácil volverlo a encender. Un poco de insistencia y regresa a ti.
No tengas miedo, decir fuego no quema tu boca.
¿Qué debo hacer para que el fuego no me queme? // ¡Conviértete en el fuego!
Del fuego recordamos su luz pero olvidamos al madero que se consume.
Decía mi abuelo: “Más vale un pequeño fuego que te calienta que un gran fuego que te quema”.


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Ilustración: Helena Panassol 
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

A Propósito Del Fuego...

1 comentario:

  1. "YO SOY UN SER DE FUEGO VIOLETA. YO SOY LA PUREZA QUE DIOS DESEA".-Saint Germain.

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