miércoles, 15 de octubre de 2014

Vivimos También Mientras Soñamos

“Vivimos una vida, soñamos otra. La que soñamos es la verdadera”.
— Alejandro Jodorowsky 

La cuestión es que el surrealismo trae un planteamiento y un tratamiento acerca de lo que es el sueño diferente a todas estas tradiciones, en el sentido de que el planteamiento surrealista implica bajar definitivamente a tierra, desde el cielo, el sueño, en concebir el sueño como una dimensión específicamente humana. Hay un antecedente sumamente determinante para esta concepción del surrealismo que es el psicoanálisis. También trae el sueño a tierra y lo concibe como un fenómeno específicamente humano, pero hay una diferencia entre la concepción psicoanalítica de los sueños y la surrealista: mientras que para Freud el sueño es una perturbación psíquica (llega a decir en un momento que es incluso una especie de psicosis, aunque por su fugacidad, no dañina), perturbación con un componente eminentemente negativo, el sueño es la manifestación de un deseo no realizado, que perturba la mente. Para los surrealistas no hay esa dimensión peyorativa, el sueño es simplemente otro componente de la vida humana, tan importante como el estado de vigilia. Vivimos también mientras soñamos.

¿Por qué no se ha tratado la cuestión del sueño en el surrealismo hasta ahora? Yo creo que tiene mucho que ver con la dificultad para discernir qué es onírico y qué pertenece al sueño en el tratamiento surrealista de lo que no lo es. Ahí está entonces la concepción ingenua que por ejemplo Max Ernst discutió en un texto de 1934, de que todo es sueño en el surrealismo. Si fuera así, ¿cómo podríamos distinguir unas cosas de otras y cómo podemos hacer una exposición de arte donde haya sólo específicamente obras que tematizan la representación plástica surrealista del sueño? Es una gran dificultad, y de hecho los textos son muy escasos, ya te digo que en el texto del catálogo lo he planteado más en profundidad. Hay un texto maravilloso de 1974 de Sarane Alexandrian, que estuvo en relación con el grupo surrealista en los últimos años (al que conocí personalmente, lamentablemente ha fallecido ya hace ahora poco más de cuatro años), El surrealismo y el sueño, pero que se centra sólo en los relatos de sueños y en la escritura, en las poéticas surrealistas. Y luego hay una recopilación de André Breton, de 1938, Trayectoria del sueño, donde recopila materiales que tienen que ver con los surrealistas y con gente no surrealista. Y finalmente hubo también un intento de una exposición por parte de un pintor surrealista no demasiado conocido, Frédéric Delanglade, en 1939, que hizo también una pequeña muestra sobre el sueño en una galería no muy grande, antes y después del surrealismo. Una cosa relativamente abierta, pero curiosamente en esa propuesta no estaban ni Joan Miró, ni Max Ernst, ni René Magritte, tampoco estaban los cineastas, que yo creo que había que considerar. Entonces me encontré, después como te he dicho de muchos años de trabajar sobre el surrealismo, me encontré de golpe, con la consciencia de que esto era un territorio virgen, algo completamente inexplorado, y por eso he cuidado muy especialmente no poner en la exposición cualquier obra, sino sólo aquellas que tienen que ver específicamente con la representación plástica del sueño.

Extracto de una entrevista a José Jiménez en Culturamas (Catedrático de Estética y Teoría de las Artes)


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Imagen: Autumn by Eman Marzouk
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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