“Cuando llegas a su cima, desaparece la montaña y te encuentras al comienzo de una nueva ascensión”.
— Alejandro Jodorowsky
Constantemente estamos tomando decisiones, grandes o pequeñas, seguras o arriesgadas. Incluso, decidir no actuar también es una decisión que trae sus consecuencias. Al decidir estamos ejerciendo nuestro máximo derecho: el libre albedrío. Ese que no nos pueden quitar ni en la más terrible de las circunstancias, porque siempre, por restringidas que sean las alternativas, tenemos un margen de decisión.
Leandro Taub: El cuerpo más sutil que utilizas es el cuerpo mental, es tu mente, con la que diriges lo que piensas, lo que dices y lo que haces físicamente; y a través de esto controlas lo único que podrías controlar en tu vida, siempre y cuando lo hagas.
Sin prisa, pero sin pausa
Cuando se trata de decisiones difíciles, es vital saber lo que uno realmente quiere, lo cual implica un proceso y una búsqueda dentro de nosotros mismos. Esto, que se dice tan fácil, realmente no lo es, porque implica armarse de valor y honestidad y hacer callar tantas “voces” engañosas que no reflejan nuestra esencia, sino que son el producto de condicionamientos que se dieron a lo largo de nuestra vida.
Cuando finalmente se hace silencio en nuestro interior y escuchamos a nuestro corazón, lo que surge puede asustarnos porque puede implicar deshacerse de estructuras que hasta entonces eran nuestra base y nuestra seguridad.
Alejandro Jodorowsky: Un viaje es diferente a un paseo: en el paseo no importa a dónde vas. En un viaje tienes un destino claro. La vida es un viaje, no un paseo.
En ocasiones, el viaje resulta más emocionante, que el destino al que te diriges.
Adaptado de La Mente es Maravillosa
Imagen: Going in the same direction by Pascale Montandon Jodorowsky
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