Es una afección de la piel que se presenta en forma de placas rojizas, que aparece la mayoría de las veces en las articulaciones, codos y rodillas, aunque se puede propagar al resto del cuerpo. Como la piel es un órgano de contacto y de intercambio, parece ser que la persona que padece psoriasis, los intercambios que tiene con el mundo no le son satisfactorios. Más bien lo que hace es tratar de protegerse, de ponerse una “coraza” porque lo considera agresivo y no quiere ser herida. “Necesito protegerme.” “Tengo necesidad de protegerme:” “Por un lado me agreden, por otro lado, estoy separado de…” “Para que no me agredan más, voy a separarme de quien soy, de mi identidad:”
La psoriasis aparece, casi siempre, cuando se produce un doble conflicto de separación: un conflicto de separación en curación y otro en activo (dos sucesos distintos).
Uno de los dos conflictos de separación tiene la siguiente característica: conflicto de separación de uno mismo, de la identidad propia. Rehúso el contacto conmigo = “Me siento separado de mi, de mi identidad.”
A esto se añade el conflicto de contacto obligado. Arquetipo del padre = Contacto impuesto, obligado. Se trata de la protección del padre que no he tenido y me hubiese gustado tener, o la protección que me falta en algún momento. Puede hacer referencia también a la madre, si esta realiza la función paterna.
La psoriasis es como una coraza seca que enmascara un deseo secreto de ser amado y acariciado. Se manifiesta normalmente en individuos hipersensibles (sensibilidad a flor de piel) e introvertidos, que necesitan el amor de los demás pero que, paradójicamente, sienten miedo ante un contacto y se defienden.
Puede tratarse de alguien que tuvo dificultades para conectarse con su madre, (conflicto de separación) que no llegó a sentir la ternura maternal.
En consecuencia, el niño siente la necesidad de endurecerse, de meterse dentro de un caparazón que le aísla del exterior, que le protege de la herida, pero que también impide el acceso al afecto, al amor y la ternura.
Esta persona queda en situación de soledad emocional, e incluso, puede sufrir un problema de identidad ya que no se siente reconocida por lo que es. Le resulta difícil aceptar quién es en ésta vida. Por eso, da la impresión, que quiere renovar su piel, porque no se siente bien en ella, (conflicto de separación de sí mismo).
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Debes hacerte vulnerable, aprender a salir de tu caparazón, a mostrarte y estar abierto a los intentos de acercamiento por parte de los otros, en definitiva, a tener una mayor flexibilidad en tu relación con el mundo exterior y así poder abrirte al flujo de la vida y del amor.
También debes aceptarte tal como eres, en este momento, con todas tus cualidades y defectos. Sin tener miedo al rechazo.
Sólo cuando hayas madurado interiormente, podrás encontrarte “bien en tu piel”.
Extraído del libro Conocernos ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?
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Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
Qué tal ....necesito un acto de Psicomagia para mí esposo.....Ojalá alguien pudiera ayudarme. Tiene mucha psoriasis en las piernas.....codos....Espero la respuesta.....mis maestros me han llevado a usted
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