-El alfarero puede agrandar una pequeña masa en una gran forma. El escultor no puede hacer más grande su vaso que el bloque de piedra que tiene.
-Un vaso es “inflado” y el otro “carado”. El vaso del alfarero contiene el espacio que se le da. El vaso del escultor contiene el espacio que se le ha quitado.
-El vaso de arcilla es el mundo mental, lo sujetivo, lo ególatra. El hombre “crea espacio”. El vaso de piedra es el mundo de la meditación, de vacío mental: el hombre va limpiando el interior de su cabeza llena, hasta que la vacía y logra encontrar el espacio que siempre tuvo y que es su real y objetiva medida.
Fábula pánica de Alejandro Jodorowsky
Tomado de Plano Sin Fin
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