sábado, 2 de agosto de 2014

Almas Colectivas

Somos individuos que viven su vida bajo la influencia del sistema familiar, como se puede ver con claridad en las Constelaciones Familiares. Pero no sólo participamos en el sistema familiar, sino también en sistemas colectivos más grandes, la nación por ejemplo.

Cada colectivo es un sistema y desarrolla unos contenidos y dinámicas propias, así como una conciencia propia. Un colectivo que permanece durante un tiempo suficiente desarrolla estructuras y cualidades que son independientes de las cualidades de los individuos que lo componen, ya que éstos sólo participan por un tiempo limitado y más bien breve.

Los miembros individuales se desvanecen, mientras el sistema se mantiene. Así, no sólo posee su propia vida y sus propias motivaciones y objetivos, sino también el poder de influir en sus miembros individuales. Mantiene y defiende su propia identidad y sólo se deja cambiar de una manera lenta.

El concepto de C. G. Jung del inconsciente colectivo tiene mucho en común con la idea del alma colectiva: El inconsciente colectivo es la parte que se puede distinguir del inconsciente personal, ya que no debe su existencia a una experiencia propia y por eso no es una adquisición personal.

Mientras que el inconsciente personal en lo esencial consiste en contenidos que fueron conscientes en algún momento pero salieron del consciente porque se olvidaron o reprimieron, los contenidos del inconsciente colectivo nunca fueron conscientes y por eso nunca fueron adquiridos individualmente.

El modelo del mundo en el que nace un individuo ya le es innato como imagen virtual. Y de esta manera le son innatos padres, hijos, nacimiento y muerte como imágenes virtuales, como disposiciones psíquicas (como arquetipos). Estas categorías son de naturaleza colectiva, son imágenes de padres e hijos en general... De alguna manera son el resultado de todas las experiencias del linaje de los ancestros.

Más allá del inconsciente personal están los inconscientes de sistemas o entidades más grandes, como las de la familia, la tribu, las unidades nacionales, la humanidad. Bert Hellinger, creador de las CF dice que su imagen del alma es que es grande, y que no tenemos un alma sino que estamos en un alma, participamos en ella. Esta gran alma incluye tanto el reino de los vivos como el reino de los muertos.

Para Hellinger la geometría fractal, desarrollada por Benoit Mandelbrot, es un modelo excelente para ilustrar de qué manera toda la humanidad está conectada y cómo es posible que alguien, en una CF, pueda representar de manera precisa a otra persona, más allá de las limitaciones del espacio y del tiempo. Rupert Sheldrake habla del campo mórfico humano.

Cada familia es un sistema compuesto por muchos elementos, y cada persona proviene de una familia. De igual modo, el alma colectiva se compone de sus diferentes elementos. Sería comparable con el cuerpo humano con todos sus huesos, órganos, músculos... Cada alma colectiva se forma a través de los pensamientos y experiencias de sus diferentes elementos, de sus miembros individuales, a lo largo del tiempo.

Peter Bourquin
Imagen: Fractal by Vamoura


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