El/la consultante ha de ir a plantar un árbol lo más cerca posible del lugar donde nació. Luego, debe llevarse a casa diez kilos de tierra de esa región para extenderla sobre una sábana de plástico, arrodillarse sobre esta tierra y hundir la cabeza en un recipiente lleno de agua, reteniendo la respiración hasta que sienta que se ahoga: sacará la cabeza cuando le embargue una angustia mortal. Repetirá esta operación siete veces seguidas. Tal acto lo realizará todas las mañanas en ayunas durante dieciocho días. La tierra natal la depositará en una maceta, y plantará en ella un cactus que tenga forma de columna, alargado.
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Alejandro Jodorowsky en “Manual de Psicomagia”.
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