viernes, 14 de agosto de 2015

Entrevista A Alejandro Jodorowsky: ¿Qué Es Una Adicción?


Alejandro Jodorowsky: El árbol genealógico es un instrumento de repetición. Hay que salir de la negatividad observando que en otro nivel más avanzado “lo que no me dieron, lo doy o me lo doy”. No necesito continuar repitiendo el problema de alcoholismo de un padre para sentir que formo parte del clan. (Tal vez su alcoholismo se debió a que no fue alimentado correctamente, le faltó la leche materna, le faltó atención y la única forma con la que podía compensarlo era anestesiándose con grandes dosis de alcohol).

¿Qué mecanismo biológico se pone en marcha en una adicción?

Partimos de que existen las drogas externas, por ejemplo la heroína o la cocaína, y las drogas internas que son emociones, como el estrés, la ansiedad, la ira, etc. Los receptores celulares a los que se acoplan tanto unas como otras, están diseñados para acoplarse con la endorfina, un neuropéptido producido por el hipotálamo. Las drogas sustituyen a éste y las células, nos mandan mensajes de que tienen hambre de ellos.

¿Quiere esto decir que el origen de las adicciones es la necesidad imperiosa de algo que nuestro propio cuerpo puede producir?

Nuestro cuerpo es un laboratorio andante, apto para producir todas las sustancias capaces de hacernos sentir bien. Sólo que las creencias, las emociones negativas, las prohibiciones y los hábitos autodestructivos, muchos de ellos condicionados por el árbol genealógico, se encargan de sustituir sustancias benéficas, por otras que nos intoxican y cuyos poderes de adicción nos apresan.

Por ejemplo...

Si nos ha faltado la aprobación del padre, el cariño de la madre, el reconocimiento de un grupo social, etc., lo que nuestro hipotálamo fabricaría con todo eso, lo buscamos fuera en sustancias que “engañen” a esos receptores celulares.

¿Qué décadas son las más peligrosas para el tema de las adicciones?

Parece ser que las décadas comprendida entre los veinte y los cuarenta años son las que tienen mayores conexiones con el mundo de las drogas y con los problemas autodestructivos en forma de adicciones y riesgos suicidas.

¿Hay alguna explicación para esas conductas?

En una sociedad competitiva, unos deciden no competir: aparece la pereza, llegar tarde a todo, etc., y otros caen en la competitividad extrema.

¿Cuál es el fin último de una droga?

La finalidad de una droga es el placer del cuerpo. Digamos que hay dos vías para obtener ese placer:

-Uno es infantil, inmaduro: alcanzo un sucedáneo de placer por medio de la droga, sin tener que hacer ningún trabajo de transformación. Así, nos quedamos “enganchados” a una adicción y si nos “desenganchamos” de una, nos “enganchamos” a otra que de nuevo nos lleve a esa parodia tóxica del estado deseado.

-Otro es adulto: detecto cuales son mis carencias, o las de mi árbol, llego al conocimiento de mí mismo, me doy lo que no me dieron de manera pura y llego al placer auténtico.

¿Un embrujo es similar a una adicción?

Podemos llamar “embrujo” a cualquier cosa que nos ocupe un tiempo y energía que nos gustaría emplear en otros asuntos.

Cite algunos ejemplos, más allá de las adicciones más conocidas como: drogas, alcohol, tabaco, ludopatía, sexo, fútbol, etc..

Cuando necesitamos grandes dosis de adrenalina para vivir, cuando somos adictos al peligro, al estrés, al sufrimiento. También todo exhibicionismo, sin olvidar las pulsiones de todo tipo...

¿Hay algún otro indicador que muestre posibles problemas con las drogas?

En realidad no hay ninguna fórmula magistral que indique que la persona tendrá una disposición a caer en alguna adicción. Podemos señalar problemas con los límites, que siempre son variables y están relacionados con la familia, la sociedad y la cultura que nos rodea. También la confusión, que puede conducir a dejarse arrastrar por el camino más fácil. Tal vez ese caos mental no ayuda a que se tomen decisiones adecuadas a la situación...

Una receta de Erickson para superar el alcoholismo

Un hombre rico se presentó ante él y le dijo: Soy alcohólico, y quiero dejar de serlo”.
-“Bien”, contestó Erickson. A continuación le hizo una serie de preguntas sobre su situación, donde esta persona le dijo que era casado y que tenían una gran casa de campo en las afueras, al otro lado del desierto y a quince kilómetros de la civilización.
Un lugar encantador donde pasaban dos o tres semanas todos los veranos, pescando truchas de un arroyo que hay junto a la casa. Un lugar sin teléfono, con toda clase de comidas y bebidas donde podían ir desnudos gozando de la vida.

Erickson le dijo que en ese caso sería muy sencillo dejar su adicción al alcohol. Debían ir a esa casa con su esposa y con una amiga que se llevaría en el coche todas las botellas de alcohol y toda la ropa. Después ellos dos pasarían tres semanas de retiro pescando truchas y disfrutando de la vida sin alcohol...

Añadía Erickson que sabía que a él no le gustaría caminar quince kilómetros desnudo y atravesar el desierto para conseguir una botella de bebida... con lo que el éxito estaba asegurado.
En ese momento el cliente respondió: “Doctor, creo que cuando hablo de que quiero dejar de beber, no digo la verdad”.

Naturalmente no fue aceptado como paciente, pero la receta ya estaba dada...

Fuente: El blog de Alejandro  
Ilustración: Luis San Vicente

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