domingo, 2 de agosto de 2015

El Baile De Los Mentirosos


Al volver a su casa de improviso, un comercial encuentra a su mujer en la cama con un enano.
Cogiendo un fusil de caza, se precipita hacia la infiel gritando:
-iJuraste no engañarme nunca más!
-Pero, querido, ¿qué te pasa? ¿No ves que estoy tratando de acabar progresivamente con ese hábito?
Generalmente, tendemos a tergiversar la realidad para justificamos. Cada vez que alguien nos muestra nuestros errores, encontramos excusas y nos transformamos de inmediato en abogados defensores. Dando una buena imagen de nosotros mismos queremos evitar un castigo o un reproche y obtener en su lugar aplausos o ventajas. Cuando el marido engañado dice «¡Juraste no engañarme nunca más!», nos está indicando que su mujer se ha acostado con otro u otros hombres y que, después de amargos reproches o quizá incluso violencia, por su juramento -por supuesto falso- ha sido perdonada. Reincide esta vez con un enano, es decir, con un hombre con menos altura que su marido, pero no con menos calidad de sexo... La esposa tiene deseos insatisfechos, y busca que otro le dé lo que su marido no puede darle. Así, en vez de sentirse culpable o presentar excusas, aceptando las concepciones morales del marido, debería respetarse y proclamar con dignidad su pasión por el enano. El centro sexual sólo si está satisfecho puede dejamos libres para realizamos espiritualmente. Hablamos del genuino deseo, no del deseo exacerbado por desviaciones patológicas.

Podríamos aplicar también este chiste a la religión, la política, la ciencia o cualquier otro sistema de pensamiento. Todos los sistemas, debido a la incapacidad humana de conocer la total realidad, están basados en creencias. La verdad es aquella que, por fe, decidimos que es la verdad... Verdad que nos es útil sólo en un momento determinado de nuestra vida. Sin embargo tenemos la libertad de cambiar de sistema. Toda relación es la resultante entre lo que el otro cree ser y lo que nosotros creemos que es. El factor que sostiene los intercambios es la confianza. Sin confianza, nuestras realidades virtuales se esfuman.

Alejandro Jodorowsky
Imagen: De “El Tesoro de la Sombra” de Alejandro Jodorowsky (Ilustrado por Boucq)

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