sábado, 2 de agosto de 2014

El Corazón Vegetal Y La Sanación De Las Heridas

En el mundo animal, cuando una célula ha recibido una herida, se forma una cicatriz y la herida se cierra. Mira. Las células vegetales son diferentes; una herida vegetal no cierra nunca. La herida es cubierta con una corteza nueva, por eso, muchos árboles tienen huecos en su interior. La herida vegetal es usada para nutrir el tronco: los agujeros permiten el crecimiento de hongos, líquenes, depósitos de agua, etc. Cuando a un árbol le cortan una rama, en ese lugar no crece nada más, pero puede crecer otra al lado.

La naturaleza humana lo tiene todo; lo animal, lo mineral y lo vegetal. El corazón humano tiene un comportamiento vegetal, no animal. La tarea de cerrar heridas emocionales es una tarea inútil. Lo que si podemos es utilizar nuestras heridas para seguir adelante con la vida, y asentimos lo inevitable. Entonces, a partir de nuestras heridas podemos construir nuevas vidas, nuevas relaciones y nuevas experiencias. Como en el árbol, el vacío lo convertimos en un depósito de alimento.
Alejandro Jodorowsky cuenta que un día que tuvo una inmensa pérdida, fue a ver a su maestro budista zen Takata para que le consolara. El monje solo lo miró con profundo respeto y le dijo una sola palabra: “Duele”. Alejandro cuenta que inmediatamente comprendió que debía dar un espacio en su corazón a sus sentimientos. Debía asentir el dolor de la pérdida, y continuar viviendo respetando su propia pena. Se fue con la confianza que ese dolor un día sería el alimento de su arte.

Imagen: FrozenSky.com


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