Ambos han perdido el deseo. Para funcionar bien, ella necesita perderle el respeto; pero él, si le pierden el respeto, se obstina en su impotencia.
Si los consultantes están en este caso, les aconsejo el siguiente acto:
Lunes: ella se vestirá de niña (no más de 7 años) y se comportará y hablará como tal. El interpretará a una señora madura, llevando colgado del cuello un medallón con la fotografía de la madre de ella. Todo el día la tratará como una señora viril trataría a su hija: pocas caricias, comida rápida, críticas desvalorizando su feminidad, la acompañará mientras hace sus necesidades, la llevará a jugar a los bolos y por fin, así disfrazados, dormirán separados.
Martes: él se vestirá de niño (no más de 7 años) y se comportará y hablará como tal. Su mujer interpretará a un señor maduro, llevando colgado del cuello un medallón con la fotografía del padre de él. Todo el día lo tratará como un hombre femenino y débil trataría a su hijo: lo peinará para que se vea bello, hará que lo ayude a limpiar la casa y a cocinar, le enseñará a orinar sentado, lo sacará a pasear a una calle central (así disfrazados) para admirar los escaparates, jugará con él a las muñecas y por fin, dormirán muy juntos, tiernamente, sin hacer el amor.
Miércoles: ambos, vestidos él de niña y ella de niño, pasarán el día jugando y haciendo diabluras, irán de la mano al cine a ver una película infantil, comerán sólo postres y por fin, siempre encarnando a sus personajes, dormirán muy juntos, tiernamente, sin hacer el amor.
Jueves: ambos interpretarán a adultos. El (como mujer) vestido con ropa de su esposa y ella (como hombre) vestida con ropa de su esposo pasarán el día entero imitándose el uno al otro, con todos sus errores y limitaciones. Por la noche dormirán separados.
Viernes: ya sin disfrazarse, durante todo el día no se hablarán. Compartirán el tiempo y las comidas en silencio. Al llegar la noche, se desvestirán y se acariciarán. Ella se pondrá en cuclillas, él se pegará a su espalda y la penetrará. Así, íntimamente unidos, no se moverán. Juntando sus voces recitarán el siguiente texto, que habrán aprendido de memoria: «Agradezco tu existencia. Quiero que por considerar mi cuerpo y mi espíritu como tuyos, te entregues a mí, con la esperanza de que nos fundamos en un orgasmo simultáneo, en una obra común. Quiero que canalices tu sagrada animalidad y me conviertas en el único objetivo de ella. Quiero que sientas, a través de mis imperfecciones, la belleza de la perfección divina, porque en nuestros ovarios y testículos reside el proyecto de una perfecta humanidad. El goce de nuestros abrazos se condensará en hijos que serán nuestros constructores; entregarnos el uno al otro permitirá que innumerables descendientes pueblen las galaxias. Tú, la totalidad de mi conocimiento y mi misterio. Tú, la cima
luminosa de mi placer».
Sábado: invitarán a familiares y amistades a que los acompañen a celebrar su casamiento (o su nuevo casamiento si ya están casados) y los recibirán, unidos por las muñecas con un par de esposas y completamente desnudos, comportándose con naturalidad, como si estuvieran vestidos. Será una ceremonia íntima, donde una persona elegida por ambos de común acuerdo, les leerá y hará firmar un contrato de matrimonio con una gota de sangre extraída de sus dedos anulares.
[El contrato es el mismo que figura más adelante, al final del apartado 4.]
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Alejandro Jodorowsky en “Manual de Psicomagia”.
Imagen: Keri Rutabaga
Montaje de Imagen: Manny Jaef
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