Hasta el 4 de octubre se presenta la exposición “Hugo Marín de Colección. Re-Visión antológica”, en el Centro Cultural de Las Condes. La muestra está compuesta por más de cincuenta obras del artista nacional, entre las que se encuentran esmaltes, pinturas, collages, dibujos y esculturas, y que corresponden a trabajos desarrollados por Marín entre los años 1950 y 2011.
Hugo Marín Vivado (1929) es uno de los artistas más singulares y multifacéticos de la escena local. Nació en Santiago y realizó sus estudios en la Escuela de Artes Aplicadas, donde asistió a los cursos vespertinos de José Perotti. Paralelamente estudió pintura con André Racz. Entre 1952 y 1953 recibió becas de perfeccionamiento en Francia e Italia. El vuelco hacia lo latinoamericano lo tuvo en Nueva York, donde realizó sus últimos esmaltes. En los setenta vivió en México y Cuba.
Su trabajo plástico siempre ha estado ligado a la meditación y a su posición metafísica, a su forma de ver y sentir el mundo, donde las energías precolombinas y tibetanas, la alquimia, el cosmos, los saberes ocultos, los lugares sagrados, corresponden a elementos recurrentes. Para Marín, el arte es un medio de autoconocimiento que posibilita la creación y el poder organizador de la naturaleza.
La muestra
“Hugo Marín de Colección” es probablemente la exhibición más completa del artista, ya que reúne desde los esmaltes en cobre de su primera época, técnica que desarrolló tanto en Chile como en Europa y Estados Unidos; los collages realizados en Cuba durante los años 60; dibujos, pinturas y esculturas de los años 70 y 80, hasta su obra pictórica entre 1990 y 2011, donde perfecciona la técnica del esgrafiado. Incluye también obras ejecutadas en Europa y que se presentan por primera vez en nuestro país.
“Esta exposición permite recorrer la extensa obra del artista y constatar que su vinculación a lo primitivo no es un ejercicio de las últimas décadas, sino que se genera desde sus inicios y con el tiempo se desarrolla y consolida”, afirma Francisco Javier Court, director de la Corporación Cultural de Las Condes.
Las piezas exhibidas pertenecen casi en su totalidad a Guillermo Carrasco Notario, quien es el principal coleccionista del trabajo artístico de Marín y curador de la muestra.
Como el nombre de la exposición lo dice, re-visar es volver a mirar. La invitación es a redescubrir la reconocida obra de Hugo Marín desde una perspectiva antológica, cuya base es el coleccionismo de la obra del artista, así como las piezas provenientes de la colección del propio Marín, del Museo de Arte Contemporáneo y del MAVI.
“Por primera vez el público podrá recorrer, re-visar, su trayectoria completa, ya que la retrospectiva realizada en 1998 en el Museo Nacional de Bellas Artes abarcaba solamente 15 años de producción visual. Un número significativo de piezas se exponen por primera vez en Chile, y el conjunto completo de lo exhibido ayudará a la comprensión no sólo de las búsquedas de Marín, sino también de sus procesos creativos, cifrados en las piezas claves de su producción que integran esta muestra” señala el curador Guillermo Carrasco.
La obra de Hugo Marín ha recibido la influencia de diversas personalidades del mundo literario y artístico, como Alejandro Jodorowsky, Enrique Lihn, Carlos Faz y Carmen Silva. A su interés por las culturas primitivas se suman las incursiones en el teatro de mimos, y los estudios de meditación trascendental que perfeccionó en Seelisberg, Suiza. Ha trabajado como profesor de esta disciplina, tanto en Chile como en el extranjero.
Además de las innumerables distinciones que ha recibido tanto en Chile como en el extranjero, ha expuesto sus obras en ciudades como París, Lucerna, Bruselas, Ginebra, Nueva York, Washington, Lima, Estocolmo, y Quito, entre otras.
En forma paralela, en la Galería Marlborough, se está presentando la exposición “Cero infinito – Hugo Marín. Obra reciente”.
Fuente: publimetro.cl
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