Alejandro Jodorowsky: Mañana descanso y luego a filmar los últimos 4 días. Es decir que el 25 de agosto habré terminado esta maravillosa guerra artística. En el mes de septiembre comenzaré la postproducción. Gracias a la limosna sagrada ya podemos comenzar a editarla, 3 meses de trabajo diario. Una vez que hayamos reducido a 2 horas las 50 horas filmadas, si los milagros nos lo permiten, continuaremos gestando “Poesía sin fin”. Me he entregado con pasión, de 6 de la mañana a medianoche, como todos mis otros colaboradores, tratando de crear un film con alma. Dirigiendo a mi hijo Adán, encarnándome a mí a los 25 años, rebelándose contra mi padre Jaime, actuado por mi hijo Brontis, he llorado. Fui un niño aterrado, soportando los golpes de mi padre. Poder ahora, en el film, verme defendiéndome en igualdad de fuerzas, me libera.
Te hablo de mi film para que me perdones de no escribir tuits como de costumbre. La fatiga me lo impide. Pero mañana, día de descanso, lo haré.
Me parece que hace un siglo que no te digo “Gud bay, ai lab yú, bi japi”. Mañana lo haré. LAIF IS BIUTIFUL.
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Diálogo vía Twitter
Preguntan a Alejandro Jodorowsky en Twitter:
- @Juantartico: ¿Te sentiste liberado haciendo el filme? ¿No ha pasado mucho tiempo?
Respuesta: Los traumas infantiles quedan tatuados en nuestro cerebro. Se necesita un gigantesco acto de psicomagia para borrarlos.
Imagen: Brontis Jodorowsky encarnando a Jaime en La Danza de la Realidad (Crédito: Pascale Montandon Jodorowsky)
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