Frente a lo eterno lloran las moscas
Sin embargo hasta los dioses son transitorios
Vanos ruidos las palabras cuando un hijo muere
El consuelo no puede darlo la lengua
Se esfuma un ser bello en medio de un mundo que se esfuma
Se van los gatos, se van los astros, desaparece el cielo
El dolor nos hace humanos
Pero al muerto no le sirve de nada
El niño sentado dentro del corazón
Sufre con la boca llena de silencio
El gato muerto como el hijo muerto
Son un trozo más de mi efímera memoria
Yo disfrazado de gato, de hijo, de hoja seca
Mientras lloro se me van cayendo los dientes,
Los cabellos, los amigos,
Las flores del cerezo a los tres días marchitas
Nos dejan como legado
Su perfume.
Alejandro Jodorowsky [Pasos en el vacío, p. 95]
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