viernes, 9 de octubre de 2015

Un Ocultamiento Paradójico

“Algo me surge de los ojos,
no son lágrimas son máscaras
escurriéndose de mi memoria”.

“Prisioneros de la máscara y el nombre 
con ideales clavados en la frente
ven el resplandor pero nunca la hoguera”.

Alejandro Jodorowsky 
__

Aquel que se coloca una máscara cree convertirse en aquello que la máscara representa. Con el anonimato que ésta provee, la censura se desvanece y la persona se siente liberada.

Aunque hoy ya no tiene el significado ritual que poseía para el hombre primitivo, el uso de máscaras conserva una especificidad: la de ocultar. Sin embargo, éste es un ocultamiento paradójico porque tapa una identidad, pero simultáneamente descubre una intimidad. Es decir que mientras por un lado esconde, por otro muestra.

Con el disfraz o la máscara la persona saca un pasaporte que le permite ingresar fugazmente en un juego donde por un rato es otro. Ese otro que quiso o quiere ser; quizá no otro en su totalidad, pero sí en sus fragmentos más idealizados.

¿Por qué alguien puede necesitar de la máscara para corporizar estas partes de sí mismo que habitualmente permanecen ocultas? La sociedad condena como incoherente a quien expresa facetas múltiples de su personalidad.

Sin embargo, desde el psicoanálisis entendemos que el ser humano no tiene una sola cara. Está dividido entre sus componentes pasionales, incómodos y ruidosos, y los racionales, que lo adaptan a una sociedad que lo domestica o intenta hacerlo.

Por Emilio Aguerreberry


∼✻∼
Imagen: Masks by Elise Marie Syvertsen 
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

No hay comentarios:

Publicar un comentario