Habría que precisar qué entendemos por “desinterés”. Está bien no querer nada de la persona, pero eso significa también cierto cinismo e indiferencia. El terapeuta tiene interés en curar a la persona, y precisamente ese interés hace que sea desinteresado. Hablo de los terapeutas que no buscan ganar dinero ni timar a la gente, como hacen ciertos adivinos. Hay otro tipo de interés, que se manifiesta cuando el psicoterapeuta tiene complejo frente al consultante y quiere convertirse en un soporte para los enfermos, reforzar su ego o explotar su interés narcisista. Otras veces se dan intereses políticos o sociales. Conocí a una psicoanalista que destruía sistemáticamente las parejas que se le acercaban porque odiaba al hombre. También está el interés de ser amado. O el más simple: intentar hacerse amigo del paciente, pero esto hay que dejarlo de lado para poder curar.
Hay que perder los resentimientos: es el gran trabajo de resolver la rabia y los rencores. Estamos llenos de rencores y frustraciones por amor no obtenido. La enfermedad es falta de amor.
¿Y contra la falta de amor?
La creatividad.
Alejandro Jodorowsky
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“¿Cómo desprenderme de alguien que me hace daño? // Conquista la sagrada indiferencia”.
— Alejandro Jodorowsky
Diálogo vía Twitter
Preguntan a Alejandro Jodorowsky en Twitter:
- @liliyadis: ¿Cómo conquistar la sagrada indiferencia?
Respuesta: El yo del otro no es tu yo. Descubre el placer de estar acompañada por ti misma. Entonces te entregarás a quien te merece.
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Ilustración: Ghost Stories
Intervención de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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