No haré lo que amo hacer, para demostrarle nada a nadie, ni para obtener aplausos, dinero, cariño o para humillar a quien se sea. Lo haré con toda el alma, en lo secreto de mi ser, fusionado a mi condición divina-conciencia-luz; porque creo en ello y en mi sentimiento profundísimo de unión con lo auténtico. Confió en mi vocación y chispa, porque estoy enamorad@ de la obra, de la existencia; porque estoy comprometido con ella; porque amo progresar, porque tengo en fe en la senda que he elegido con conciencia e intuición, después de haberme educado y experimentado algo de la vida. Y con toda mi rabia transformada en fuerza vital, inamoviblemente lucharé por lo constructivo-positivo-espiritual. Sí, lucharé por la belleza, la poesía en todo; que es: por lo cual, para mí ¡valdría le pena vivir! hacer, crear, pensar; sí, lo que me permitiría despertar y ponerme a la acción todos los días con toda la fuerza de la intencionalidad que se expresa a través de mi corazón, intelecto, sexo y cuerpo... Y después, con perseverancia y paciencia entregándolo al mundo, como un acto de amor incondicional, ayudaré a encausarlo en l@s otr@s (que amo con profundidad) para contribuir a su despertar, realización y plenitud; y, que la belleza-consiente:
¡FLOREZCA COMO UN ACTO DIVINO DE SANACIÓN!
Cristóbal Jodorowsky en Facebook
Imagen: Cuéntame by María Wernicke (con la imagen), Pedro Villar (con la palabra)
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