martes, 25 de noviembre de 2014

El Cerebro, Templo Del Ego Intelectual

Podríamos considerar al cerebro como el ordenador personal de nuestro cuerpo. Es el que demanda y gestiona toda la información. Centraliza, almacena y hace circular los datos necesarios para poder vivir.

Digamos que los problemas cerebrales, leves o graves, sobrevienen de un conflicto en el ego intelectual que puede pasar por una contradicción o por una prohibición. Vivir lo emocional o lo sexual en la cabeza, provoca una gran tensión y ello suele desembocar en enfermedad.

Los problemas cerebrales son un indicador que nos advierte de nuestras dificultades actuales a la hora de dirigir nuestra vida. Cualquier desequilibrio cerebral señala nuestra incapacidad para cambiar de ideas y de manera de pensar.

Los más comunes son los dolores de cabeza, suelen simbolizar que nos exigimos demasiado y nos desvalorizamos. Puede que usemos expresiones como: “estoy hasta la coronilla” o “ando de cabeza”. El dolor de cabeza nos impide ver, oír y oler bien. Es decir nos aleja de nuestras necesidades vitales.

En segundo lugar tenemos las migrañas. Dolores intensos en un lado de la cabeza, a menudo acompañados de nauseas y vómitos, que pueden durar desde algunas horas hasta varios días. Pueden aparecer cuando no nos concedemos el derecho de ser lo que en verdad queremos ser. Se vive en el “no puedo”, hasta el extremo de vivir a la sombra de alguien a quién consideramos que tiene mucho poder. Además, esta dolencia va asociada a las dificultades sexuales, ya que nos desconectamos de nuestro ego creativo-sexual. Cuando un deseo no se admite en el sexo, se intelectualiza, pero no se satisface, no se “digiere” bien, duele la cabeza y luego se vomita.

Entre los problemas de mayor gravedad:

-La cabeza también simboliza al padre y a todos los ancestros varones. Si las relaciones con el padre arquetípico se enturbian, las funciones cognitivas se hacen caóticas y si la falta de padre llega a “morder”, la cabeza estalla.

-La conmoción cerebral suele provocarse por un accidente o un golpe en la cabeza. Con mucha frecuencia se oye decir que el azar no existe. Podemos interpretarlo como un mensaje que nuestra parte divina nos lanza para que cambiemos, para que nos transformemos en lo que en verdad queremos ser.

-La trombosis cerebral y los accidentes vasculares cerebrales, que están provocados por la ruptura de una arteria a consecuencia de un coágulo. Parece que en una situación así se nos pide que analicemos los obstáculos que están bloqueando nuestra alegría de vivir.

-El tumor cerebral es una formación que se desarrollan a expensas del tejido cerebral. Desde la psicogenealogía se indica que puede estar relacionado con un secreto que debería aflorar a la superficie. En nuestra cultura, es una palabra muy temida, ya que se asocia con la muerte.

-Los accidentes cerebrales, por lesiones externas o internas, pueden ser mensajes del árbol para que se sane un secreto bien guardado del árbol, normalmente en el estrato de los bisabuelos, sede primaria de nuestro ego intelectual.

Normas profilácticas para el cerebro:

☑ Sanamos los secretos del árbol. Donde hay lagunas de memoria o conocimiento, creamos bellas historias positivas de cada uno de los ancestros desconocidos.

☑ Sanamos la relación con el padre. No guardamos rencores, mejor confrontar que quejarse.

☑ Satisfacemos el sexo.

☑ Evitamos contradicciones entre el deseo, la necesidad, la acción y el pensamiento.

☑ Repartimos la energía en nuestros cuatro egos, el desequilibrio o la prohibición también crea la enfermedad.

Texto tomado de Plano Sin Fin 


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