domingo, 4 de mayo de 2014

Psicomagia Aplicada Para Liberarse De Una Simbiosis Tóxica

SIMBIOSIS MADRE-HIJA
La madre, cuyo impulso narcisista no resuelto (ella misma es el objeto de su deseo) se le ha transformado en nudo (un impulso infantil sano y necesario, al ser reprimido, más tarde se convierte en deseo patológico), puede convertir a su hija en una mera prolongación de su ego. Viéndola como espejo no le reconoce una individualidad. Le ha enseñado a ver el mundo por sus ojos. La ha hecho cómplice de sus intimidades sexuales, la ha llevado a peinarse, maquillarse y vestirse como ella. (Conocí el caso de una pintora que pensaba que la mayor distracción de su hija era verla y oírla hablar por teléfono durante horas con sus amigas...)
La consultante, después de una confrontación con su madre para hacerle comprender el daño psicológico que le ha causado con su actitud egocéntrica, le propondrá el siguiente acto: ella y su madre elegirán cintas, la hija de un color, la madre de otro. De pie, y la una frente a la otra, se atarán mutuamente los tobillos a los tobillos, la cintura a la
cintura, las muñecas a las muñecas, el cuello al cuello. La consultante dirá a su madre «Tú eres tú, yo soy yo», palabras que la madre deberá repetir. Luego cada una, con unas tijeras, procederá a cortar la cinta del color que ella haya elegido y que haya atado a su cuerpo y al cuerpo de su oponente. Una vez separadas, ambas irán hacia un lugar con tierra fértil, un jardín, una plaza, un parque o un bosque, cavarán dos agujeros contiguos y enterrarán sus cintas sin mezclarlas (cada color en su propia cavidad) y en cada uno de ellos plantarán una planta, una elegida por la consultante, la otra elegida por la madre.
Para que la consultante se dé cuenta de la manera en que está poseída y se libere, le aconsejo que amplíe una fotografía del rostro de su madre, que haga una máscara y abra un agujero en cada ojo y que se pasee por la calle y visite establecimientos, amigos y también familiares portando esta máscara. Así su cerebro comprenderá qué es lo que ve por los ojos de su madre. Luego debe ponerse delante de su progenitura, quitarse la máscara, hacerla pedazos y entregárselos diciéndole: «Gracias por todo lo que me diste. Ahora puedo ser yo misma».


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Alejandro Jodorowsky en “Manual de Psicomagia”.
Imagen: Ankelendeco
Montaje de Imagen: Manny Jaef

1 comentario:

  1. Yo llevo el mismo segundo nombre de mi mamá en la misma posición habrá que hacer algo extra?

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