martes, 19 de mayo de 2015

Aprender A Sentir Emociones Incómodas

Realmente a la mayoría de nosotros nunca se nos enseñó a sentir, a saber como comportarnos ante las emociones incómodas... y a muchas personas incluso se les reprendió en ese momento durante su infancia; reprensión debida a la propia incomodidad de los padres o tutores que tuvieran, los cuales realmente no sabían como actuar de una forma más adecuada en esos momentos pero que a la postre les hizo a esos niños desconectar de su propio mundo interior, verlo como algo vergonzante y siniestro que había de ser ignorado y tapado a toda costa.

La próxima vez que sientas una emoción incómoda (incómodas son al fin y al cabo y no malas o negativas como las suele llamar a veces alguna gente por miedo o desconocimiento), siéntela en toda su dimensión como la alerta que es, como el mensaje que te está enviando tu propio cuerpo... y no como una enemiga de la que hay que huir o de un familiar o conocido del que te avergüenzas y que has de mantener oculto, ya que de esa forma sólo estarías inyectándole sufrimiento extra a esa situación, ya de por sí poco grata. Sólo cuando tu cuerpo entiende que has recibido y comprendido correctamente el mensaje implícito en esa emoción, vuelve a la calma.

Entiende tu emoción poco grata o incómoda como si fuera el llanto de un niño que llora (el propio niño o niña interior, temeroso y desorientado en muchos casos, que todos llevamos dentro) no trates de taparle la boca, deja que se exprese... atiéndela y escúchala (si la ignoras o rechazas, será como el bebé que se frustra ante la falta de atenciones de sus padres y se siente abandonado y desconsolado) verás como, si es incómoda, pronto dejará de incomodarte y volverás a la calma y paz interior MUCHO antes de lo que esperas. No es posible aclarar el agua turbia, pero si no la tocamos y solo la observamos, ella misma se aclara (y con mayor rapidez) que si andamos metiendo la mano en el charco para forzar su aclarado. No es saludable tapar una herida infectada, hay que limpiarla y oxigenarla para que nuestro cuerpo la sane por sí sola.

Ten también presente que esa emoción incómoda te está hablando de ti mismo, así que es una oportunidad magnífica de conocerte mejor, para saber tus necesidades y anhelos, tus miedos, y poder ponerles presencia, luz y empezar a solucionarlos (para desenredar un nudo hay que saber antes como está hecho). Alégrate a partir de ahora de tener esos momentos, porque te están ofreciendo OPORTUNIDADES PRECIOSAS para conocerte mejor y más profundamente cada día; y para ello, para aprovechar estas oportunidades correctamente, has de intentar en la medida de lo posible, observarte a ti mismo como si fueras una persona ajena a tu cuerpo y sobre todo a tu mente, pero SIN CRITICARTE NI JUZGARTE, tan sólo obsérvate por dentro como quien mira las nubes pasar, de eso se trata la autoconsciencia (solamente podemos aprender cada situación y comprendernos verdaderamente a nosotros mismos si nos miramos desde una posición que no emite juicios ni críticas, que no se muestra ni a favor ni en contra, que no clasifica lo que ve siente, que solamente observa lo que hay y NO lo que “debiera” haber o no haber) entiende ese episodio como algo que es natural y usual en la vida de cada persona y verás como ya no resulta tan fatal ni tan doloroso como antes el sentir ese tipo de emociones.

Cuanto aprendas a mantenerte en calma en esos momentos, cuando los veas y los sientas con la naturalidad que trato de hacerte ver (no resignándote a esas emociones ni repudiándolas, ni forzándote a tener que poner buena cara o “ser positivo” por no crear “mal ambiente”, por temor a sentirte débil, o porque creas en la falacia de que “lo que se espera de ti” es que estés bien SIEMPRE) verás como automáticamente, tu empatía y comprensión del mundo emocional de los demás también aumenta (ya que no podemos ver en los demás lo que no vemos en nosotros mismos primero) y podrás servirles de gran ayuda en sus momentos incómodos (porque les comprenderás perfectamente), al igual que espero yo haberlo sido para ti.


”Sólo sanamos de un dolor cuando lo padecemos plenamente”. WILL ROGERS.

“El alma tiende siempre a juzgar a los otros por lo que piensa de sí misma”. GIACOMO LEOPARDI.

“No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”. ARISTÓTELES.

“No empujes al río, él fluye por sí mismo”. PROVERBIO CHINO.

“Para lograr realizar lo que quieres, aprende a sentirte cómodo en lo incómodo”. ALEJANDRO JODOROWSKY.

“Los pensamientos son como las nubes, vienen y van, y tú eres el cielo. No has de hacer nada. Si simplemente observas, sin juzgar, criticar o comentar, obtienes el control”. ANÓNIMO.

“Nuestro verdadero problema no son las emociones en sí, sino nuestro continuo rechazo a sentirlas y aceptarlas”. ARMANDO NOUGUÉS.

“No es posible aclarar el agua turbia con las manos, ¿Quién puede aclarar el agua turbia? Sin embargo, si permitimos que no se agite, el agua se aclara por sí sola. ¿Quién puede asegurar un estado de absoluto reposo? Sin embargo, si te mantienes en calma y dejas pasar el tiempo, el reposo llega poco a poco”. BRUCE LEE.

“Cuando nos conocemos a nosotros mismos, estamos dando a nuestros hijos la oportunidad de que se sientan libres y con suficiente fuerza como para experimentar, sin temores ni restricciones, su propio mundo emocional”. DANIEL J. SIEGEL.

“La mejor preparación para ser padres es que estos desarrollen una mentalidad abierta a lo nuevo, sentido del humor, consciencia de sí mismos y la libertad de ser sinceros”. VIRGINIA SATIR.

“Se trata de sanar el mayor número de enfermedades de nuestro interior para así no contaminar a los otros”. CLAUDIO NARANJO.

“Las personas que jamás preguntan son las que con más habilidad consuelan”. ALEJANDRO DUMAS.

“Todo lo que reprimimos nos debilita hasta que descubrimos que también constituía una parte de nosotros mismos”. ROBERT FROST.

“Cuando juzgas a otra persona, no la defines. Tan sólo te defines a ti mismo como alguien que necesita juzgar”. WAYNER W. DYER.

“¿Qué mayor debilidad puede haber que el miedo a parecer débil ante los demás o ante ti mismo?”. HABILIDAD EMOCIONAL.

“No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa”. JOSÉ ORTEGA Y GASSET.

“Te tratan superficialmente porque no se conocen a sí mismos más que en la superficie ¿qué empatía pueden tener si ignoran su propio mundo interior? Lo que no ves en ti no puedes verlo en los demás”. HABILIDAD EMOCIONAL.

Fuente: Habilidad Emocional 


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Imagen: Thinking of... by Caluchan13 
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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