“En el espíritu de un lugar, como el Teatro Nacional de Chaillot, un artista da, transmite, comparte la coreografía en todos sus aspectos, a través de clases magistrales, actuaciones improvisadas, encuentros con el público y actuaciones. Para el cuerpo y la mente a través de la sensación y el pensamiento, la danza genera una fuerza expresiva que yo llamo “la poesía visual”. Hay poesía en la fuerza intrínseca que golpea en el corazón de nuestros sueños y preguntas filosóficas acerca de nuestra existencia. ¿Qué plantea la imaginación en este momento?, ese es mi trabajo. Un solo gesto puede hacer referencia a una miríada de imágenes y percepciones del mundo. ¿Por qué vamos a ver un espectáculo en particular? No sólo para divertirse, sino para mover y abrir nuestra conciencia a una nueva dimensión. Alwin Nikolais, mi maestro, me dio las herramientas y la inspiración para mi investigación en que la danza puede aportar a la intérprete y el espectador. Es a través de la educación que yo puedo iluminar a otros, allanando el camino para la creatividad, inspirar a los que toman el riesgo de nuevas direcciones. Transmitir la poesía a través del baile es quizás mi misión kármica. Una misión de compartir percepciones universales a través del corazón, la mente y el cuerpo”.
Carolyn Carlson
Carolyn Carlson demuestra una profunda admiración por la obra de Alejandro Jodorowsky
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