En general, nos atraen y atraemos a personas que tienen el mismo nivel de inmadurez emocional que nosotr@s: no otras. Pero si logramos dar un paso en dicha inmadurez y pasamos a nuestra era adulta (madura) y la persona con la que estamos no lo da: no pasa todavía a su adultez; es fundamental que ella haga su camino en la terapia, psicoanálisis (u otras) o vida espiritual para lograrlo; no se realiza del día a la mañana, hay que vencer sus resistencias, fidelidades a la inmadurez de sus padres, su propio ego y tanto más. También es posible que esa persona resista inconscientemente y se vaya de tu lado para después ser atraída por una persona que tenga el mismo nivel de inmadurez emocional que ella; así, en el fondo se evita el trabajo gitanesco que representa crecer de verdad... Digo: “la persona” pero esa persona podrías ser tú también... Y cuando hablo de “Inmadurez” y “madurez”, no me refiero a la edad literal, sino a la psicológica; puedes haber logrado tu madurez a los 25, 26, 27, 28, 29, 30... etc. años ya, o ser inmadur@ hasta la tumba... Pero pienso hoy, que en general, los hombres maduros y las mujeres maduras, no atraen realmente a hombres o mujeres inmadur@s o, son atraíd@s por ell@s... Por eso es que, si en la pareja sólo un@ hace el trabajo y el/la otr@ no, es posible que esa relación decaiga y la atracción se apague. Pero por el contrario, si l@s dos luchan y crecen de verdad, seguramente esa relación llegará a lo sublime, será poderosa: dos imanes que irresistiblemente se siguen uniendo a todo nivel.
Cristóbal Jodorowsky en Facebook
Imagen: Lovebirds by Keri Rutabaga
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