sábado, 12 de septiembre de 2015

Somos Nuestro Peor Enemigo


Debemos descubrir como dejar de boicotearnos a nosotros mismos, y empezar a hacer las paces con nuestra conciencia.

Los seres humanos tenemos la facultad de discernir y entender muchas cosas que suceden en la vida, y somos también, muy aptos utilizando esta función cuando se trata de ayudar a otras personas, sin embargo, muy malos buscando las causas de nuestras propias vivencias, por la simple y sencilla razón de que nos cuesta mucho trabajo aceptarnos como somos y con frecuencia escondemos nuestros errores y fallas y terminamos buscando responsables de todo aquello que nos sucede, lejos de aceptar que los responsables somos nosotros mismos.

De manera inconsciente procuramos esconder todo aquello que sabemos que forma parte de nuestro ser interno pero que nos daña, como son los recuerdos dolorosos de nuestra infancia, las malas experiencias, las molestias y rencores, los resentimientos hacia otras personas, en fin, todo lo que no queremos que se vea en nuestro rostro y que cubrimos con máscaras que tienen las facciones y gestos que deseamos que los demás vean en nosotros, aun cuando sabemos quiénes somos realmente.

Este acto inconsciente es nuestro propio enemigo, y así es como nos ponemos nuestros obstáculos para crecer como personas, por el simple hecho de que no procuramos sanar, sino que nos justificamos con el creernos que todo está bien.

Muchos autores han escrito sobre este tema y han plasmado ideas que son ayuda para descubrir como dejar de boicotearnos a nosotros mismos, y empezar a hacer las paces con nuestra conciencia y sobre todo, a tirar los lastres que nos impiden un crecimiento real como personas. Estos son algunos fragmentos de por qué somos nuestro propio enemigo.

“Vivo atado al pasado. Algunas veces estamos amarrados a situaciones del pasado y eso no nos permite avanzar. El pasado ya no existe, no puedes hacer nada allá, pero sí puedes hacer mucho aquí, hoy, en el presente. Soltar el pasado no es fácil, pero es necesario”.

“Tengo miedo a cometer errores. Es como cuando alguien te dice que no quiere tener un perro como mascota porque se les puede morir y dejan de disfrutar experiencias increíbles por evitar algo que es parte de la vida. Los errores son parte necesaria en el aprendizaje; cuando intentamos algo nuevo vamos a cometer muchas imprudencias, ensayando, hasta que lo logremos un día. La práctica hace al maestro”.

“Siento que voy hacer el ridículo. Cuántas veces tememos al ridículo y a que se burlen de nosotros. Cuando tengas esta sensación imagina lo que logró Walt Disney al atreverse a diseñar un parque de diversiones y cómo lo deben de haber visto los demás; o cómo se rieron de los hermanos Wright cuando dijeron que iban a hacer una máquina para volar. Atrévete a hacer el ridículo, no es lo peor que te puede pasar; pero dejar a la humanidad sin una idea creativa sí es terrible. Todos necesitamos de personas que se atrevan”.

“No quiero ser quien soy. Hay una canción de Pink que dice: “Quiero ser alguien más”. Te tengo una noticia: ¡No puedes! Tú eres tú, único, necesario para todos. Eso sí, si sabes ser tú y te sientes orgulloso de serlo. Imagina que la humanidad es un rompecabezas gigantesco y forma una figura, si tú eres una pieza del rompecabezas y quieres ser otra pieza no vas a encajar y la figura grandota no se va a formar. Te necesitamos a ti, como tú”.

“Si no te gusta algo, no lo hagas. Si vas a participar de alguna actividad que no te hace feliz, no te trae ningún beneficio, te va a dañar, afectar negativamente, pero te sientes obligado a hacerlo para alguien más, no lo hagas. A la única persona que le debes cuentas al final del día es a ti mismo y, si en el momento en el que vas a hacer algo que va contra ti mismo o no te trae ningún beneficio, tu interior te dice que no, escúchate, es un no”.

“Escúchate, siente tu cuerpo, pon atención a ti mismo. Cuántas veces ignoramos a nuestro cuerpo y dejamos pasar horas sin comer aunque estemos débiles o con hambre, no nos vamos a dormir aunque tengamos que haberlo hecho hace horas y no estamos siendo productivos de todas formas. Otras veces nos involucramos en situaciones en las que todo nuestro lenguaje corporal gritaba que no lo hiciéramos y lo hicimos. Respétate, cuida de ti, ámate escuchando tu propio lenguaje. Tendrás este mismo cuerpo toda tu vida, así que cuídalo lo mejor que puedas”.

Jorge René Meléndrez Quezada en el periódico Noroeste de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México
Imagen: My worse enemy by Chryssalis

No hay comentarios:

Publicar un comentario