sábado, 9 de mayo de 2015

Star Wars Y Budismo Zen: El Dharma De Yoda

“El miedo es el camino hacia el lado oscuro. 
El miedo lleva a la ira. 
La ira lleva al odio. 
Y el odio lleva al sufrimiento”.

Star Wars: Episodio I

Por Guillem López
Un fragmento más de mi artículo sobre Star Wars y el budismo zen: el Dharma de Yoda. En esta ocasión continúo profundizando en las enseñanzas del maestro Yoda y su paralelismo con la filosofía budista. Entender las palabras no es sólo escucharlas.

El apego

El apego, o más bien la incapacidad de aceptar la impermanencia, es fuente de sufrimiento. Si no hay desapego, si uno se resiste al cambio, produce un choque y conflicto. En palabras de Obi Wan Kenobi a Luke Skywalker:

—Entierra tus sentimientos. Son dignos de ti, pero podrían servir también al emperador.

Ciertamente, y como dijo Lucas en una entrevista en 2005, Star Wars es una saga que gira en torno al apego. Anakin no puede deshacerse de las cosas, tiene demasiado miedo a perder: su madre, su novia, su maestro, su poder... así se vuelve avaricioso y cae en el lado oscuro. Como dice Lao Tse al respecto en el texto canónico del Taoísmo, el Tao Te King: el que se aferra no conserva. Anakin da palos de ciego, tratando de mantener lo que ama a su lado pero, al igual que en las arenas movedizas, cuanto más bracea, más se hunde en el lado oscuro.

—El miedo a la pérdida un camino hacia el lado oscuro es —Yoda.

De nuevo el temor resulta el acicate a todos los malos presagios que se ciernen sobre el hombre.

—El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro; el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti —Yoda a Anakin en el Consejo Jedi.

Pero, ¿qué es el miedo? ¿Por qué conduce al lado oscuro? El miedo se manifiesta de muchas formas. Se tiene miedo al fracaso, a no cumplir las expectativas propias o de los otros —que normalmente tienen mucho que ver con las propias—. ¿Qué carga Anakin Skywalker a sus espaldas? Expectativas, anhelos, proyectos que los otros ponen sobre él y forman el espejismo de lo que debería ser, una imagen ideal que no se puede alcanzar. Y todo esto es un reflejo del ego. Se teme fallar por apego al ego, a esa imagen que uno tiene de sí mismo. Hay que huir del miedo, alejarse del apego y concentrarse en aquí y ahora. ¿De dónde viene el miedo? Es el resultado de la duda, la ansiedad. Y cuanto uno más persigue lo deseado más fracasa en su objetivo, el miedo aumenta, y también el empeño por aferrarse a lo deseado. El que se aferra no conserva. El miedo crece en una espiral que lo hunde en el lado oscuro y se vuelve ira, rencor, odio, sufrimiento. Y el sufrimiento es el motor del lado oscuro. Por eso hay que abandonar el miedo a través del desapego.

Muchas veces se tilda al budismo zen de distante y frío, alejado del amor, al proponer el desapego como herramienta para superar el sufrimiento. Pero eso es porque, ante todo, el peso de la recompensa que supone la superación del sufrimiento, la vida plena y alcanzar la felicidad vence cualquier obstáculo o traba. Valga como ejemplo el consejo que el maestro Deshimaru dio a uno de sus discípulos cuando éste acudió a él, presa del desasosiego, al sentir que se había enamorado de su pareja y que el apego hacía mella en sus sentimientos. “Busca otra novia, o quizá dos más —respondió el maestro—. De esta forma repartirás tu apego entre varias mujeres”. Esto es, dejar ir para ganar, liberar para conservar.
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Una frase de Jodorowsky resume bien, para variar, esta idea: “¿Hacia dónde debo caminar? // Camina hacia tus miedos y descubre en ellos lo que no deseas desear”.


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Imagen: Yoda's quarters by Wikia 
Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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1 comentario:

  1. GRACIAS!!!
    Maria Sabina por medio de Nubes de Dosis Diarias me ha compartido esta publicacion! Ella esta en Argentina y no sabe nada de mi! Yo estoy en California y no se nada de ella; sin embargo, penso en publicar esto en mi pagina esta manana! PRECISAMENTE LO QUE LA VIDA SABIA QUE YO NECESITABA!

    Gracias a LA VIDA, Gracias a Maria, Gracias Maestro Jodorowsky, Gracias Manny Godar, Gracias NUBES DE DOSIS DIARIAS!

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