Una madre ausente, insatisfecha, que odia a los hombres, provoca en su hijo que se cierre las puertas del triunfo. Si no ha sido amado piensa que es porque no lo merece.
Si no tenemos sentimientos paternales, debemos imitar el amor. De imitación en imitación finalmente el corazón se libera de sus blindajes y deja expandirse el amor que siempre estuvo en él, pero retenido. Preguntamos al centro intelectual ¿Qué es ser un buen padre?
Si no hacemos estos esfuerzos, en lugar de ternura daremos órdenes... convertidos en dictador.
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Imagen: Chris Koehler
Montaje de Imagen: Manny Jaef
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