“Es bueno que hablen de ti, aunque sea para bien”. Dalí.
— Alejandro Jodorowsky
Muchas veces se ha dicho que es bueno que se hable de uno “aunque sea mal”. Alguno incluso, considera que conviene que se hable de uno “aunque sea bien”. Oscar Wilde lo definía bien cuando decía que: “Lo único peor que el que se hable de uno, es que no se hable de uno”. Yendo más allá, algo parecido decía Alejandro Jodorowsky: “Para que los otros hablen bien de ti, tú no hables bien de ti”.
Todos criticamos y somos criticados
El ser humano tiene una tendencia natural a la crítica. Critica a las personas que le molestan, y a las personas cuya situación envidia según la ley del espejo. Critica a los enemigos y a los amigos que se dan la espalda. Pensar que la gente no nos critica porque no lo hacen cuando estamos delante, es como pensar que el frigorífico nunca está oscuro porque siempre que lo abrimos tiene la luz encendida.
La crítica, y no me refiero a la constructiva sino a la crítica incluso malvada puede ser positiva
Y en realidad la crítica es positiva en ocasiones para quien la hace: Sirve para estrechar los lazos entre las personas que critican. Y posiblemente si es puntual, pueda cumplir una función de liberación de tensiones. Es como el vapor que sale de una olla a presión y que evita que todo estalle.
Pero la crítica puede ser también positiva para la persona criticada. Recientemente se ha comprobado que la frecuencia con la que un candidato es mencionado en redes sociales (básicamente facebook y twitter) permite prever la posibilidad de que ese candidato sea elegido. Eso sería muy natural si nos refiriéramos a las menciones positivas, pero la realidad es que el estudio dice que es importante el número total de menciones, sin importar que sean positivas o negativas.
Así que siéntete muy libre de criticar esta página delante de todas las personas que consideres conveniente. Cualquier clase de crítica por dura que sea, será, contrariamente a lo que pudieras pensar, bien recibida.
Fuente: Adaptado de Entusiasmado.com
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