Una semilla, al parecer insignificante, contenía en ella la flor futura. ¡Ese grano sabía de alguna manera qué planta iba a ser; y esa planta no estaba en el futuro: aunque inmaterial, aunque sólo un designio, allí mismo existía el girasol, flotando en el viento, durante ciento de kilómetros. Y no sólo estaba allí la planta, también la adoración de la luz, los giros en pos del sol, la misteriosa unión con la estrella polar, y -¿por qué no?- una forma de conciencia. Tú no eres diferente. Todo lo que vas a ser, ya lo eres. Lo que vas a saber, ya lo sabes. Lo que vas a buscar, ya te busca, está en ti. Puedo no ser verdadero, pero el viejo que ahora vas a ver, aunque tenga la inconsistencia mía, es real porque eres tú, es decir, es el que serás.»
Fragmento de “La Danza de la Realidad” de Alejandro Jodorowsky
Imagen: Jimebutti vía Instagram
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