sábado, 13 de junio de 2015

Renacer


Paréntesis Musical (♫) sugerido para esta lectura:


Cuando piensas que estás separado de la existencia, cuando no crees ser uno con ella... en un momento de ausencia de pensamientos, pierdes todos tus límites. De repente, desapareces y, sin embargo, estás. Y este momento sentido de no-yo, de no-mente, de no-pensamiento, es la situación en la cual se torna posible que la verdad llegue a ti. Cuando estés vacío de ti mismo, te llenarás con la verdad. Entonces, todo lo que debe hacer un maestro es eliminarte absoluta y completamente, destruir tu yo absoluta y completamente, cortarte la cabeza para que puedas volverte hacia el corazón. Entonces, toda la energía se desplaza hacia el corazón.

¿Puedes estar sin cabeza? Si puedes, sólo entonces podrás ser un discípulo. Si estás apegado a la cabeza, en ese caso no podrás ser un discípulo. ¿Puedes vivir sin la cabeza? Si no puedes vivir sin la cabeza, estás cerrado a la verdad. La cabeza es la barrera; el corazón es la apertura.

Entonces, ¿cómo es posible enseñar la verdadera enseñanza? No se la puede enseñar. No es un aprendizaje: no puedes aprenderla de alguien. Es una disciplina interior. Debes transformarte en un vehículo receptivo. No es algo que puedas aprender si permaneces tal como eres. No podría ser una acumulación. Tienes que atravesar una transformación, tienes que ser diferente. Tu ser debe adquirir una cualidad diferente.

Sólo entonces se vuelve posible la comunicación: no exactamente la comunicación, sino más bien la comunión. Por medio de la cabeza, se produce una comunicación, mientras que, por medio del corazón, se produce una comunión. No se trata de un diálogo. De hecho, es un encuentro del maestro con el discípulo. Es menos un diálogo; es más bien una fusión, una mezcla, en la cual el maestro y el discípulo se fusionan el uno en el otro, tal como lo hacen los amantes. Pero los amantes se fusionan a través de sus cuerpos; cuanto mucho, pueden unirse a través de sus mentes. Pero un discípulo y un maestro forman la mejor relación amorosa del mundo: se fusionan en el espíritu y se vuelven uno.

Sólo cuando constituyen una unidad, es posible mostrar la verdad. No se puede enseñar, no se puede aprender; nadie te la puede enseñar. No puedes aprenderla de nadie. Todo el esfuerzo que hagas por aprenderla a partir de alguien, vivo o muerto, ya sea a partir de las Escrituras o de las enseñanzas, será inútil. Y, cuanto antes lo entiendas, mejor, pues el tiempo que pasa está perdido. Nada puede lograrse de este modo.

Debes atravesar una transformación. Debes morir y renacer. Debes estar completamente renovado, totalmente renovado. Sólo con esta "renovación", cuando lo viejo se haya disipado, cuando hayas desaparecido y un nuevo ser haya tomado tu lugar, entonces habrá comunión.

Osho

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