sábado, 20 de junio de 2015

Ser Masculino


Paréntesis Musical (♫) sugerido para esta lectura:


Hay acciones que se llevan mejor a cabo cuando estás en un estado masculino. Cuando haces algo difícil, como cargar o empujar una piedra, observa la nariz. Si no está en el lado masculino no está bien. Podría ser peligroso para tu cuerpo: estarás demasiado blando. Cuando estás jugando con un niño o sentado con tu perro, siente que estás en el lado femenino..., y tendrás más afinidad. Cuando estás escribiendo un poema, pintando o tocando música, deberías estar en el lado femenino..., ¡a menos que estés tratando de tocar música bélica! En ese caso está bien, deberías estar en el lado masculino, agresivo.
Obsérvalo, y te irás dando cuenta, cada vez más, de las dos polaridades. Está bien que existan las dos polaridades: la naturaleza se encarga del resto. Cuando la parte masculina se cansa, te trasladas a la parte femenina; la parte masculina descansa. Cuando la parte femenina está cansada, descansas; te vuelves masculino. Es una economía interna..., vas cambiando. Pero tu sociedad te ha enseñado cosas falsas: que un hombre es un hombre, y tiene que serlo veinticuatro horas al día; esta es una tarea muy difícil. Y una mujer tiene que ser mujer las veinticuatro horas del día, suave, cariñosa, compasiva: es una tarea muy difícil. A veces, ella también quiere luchar, enfadarse, tirar cosas..., y está bien, si eres capaz de entender el juego interno.
Las dos polaridades son un buen juego interno: el juego de la conciencia. Por eso Dios se ha dividido dentro de ti, para jugar al escondite consigo mismo. Cuando el juego ha terminado, cuando has aprendido todo lo que tenías que aprender del juego, cuando has aprendido la lección, das un paso más.
El estado final no es masculino ni femenino: es neutro.

Osho, El libro del Hombre

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