miércoles, 6 de mayo de 2015

Reseñas Pánicas: El Tesoro De La Sombra

A fines de los '90 se publicó esta extraña recopilación de microcuentos, acompañados por los gloriosos dibujos de Francois Boucq.

La ausencia de Puchero

Las ganas de expresarse son el motor fundamental de la obra de Alejandro Jodorowsky: las ideas son importantes pero la búsqueda por contagiar su pensamiento es su fuerza natural. El Tesoro de la Sombra (1999) es una recopilación de microcuentos de una página, cada uno acompañado con un dibujo de Boucq, que resume la idea e impacta por su belleza. Todos los relatos del escritor chileno son poéticos y refuerzan su impronta narrativa, ya que priorizan al personaje y el romance de la enseñanza oculta.

“A compás del minuto evolucionas, y eres eterna e INMUTABLE; tu actitud asciende al PULPITO ideal de las estrellas y SANTIFICA los excrementos del asno, nivela los fenómenos, el bien y el mal; y tus pies, llenos de claridad, caminan sobre el dolor mineral de los pueblos colmando de verdades la milenaria y vil, errante voz «el animal HUMANO»”. Esta estrofa del poema Oración a la Belleza de Pablo de Rokha describe a la perfección la ideología del libro. Jodorowsky, que ama la poesía de Rokha, no sólo se ve influenciado sino que se apropia de las descripciones para utilizarlas en su voz adentro de los microcuentos. A diferencia de Los Ojos del Gato (aquella colaboración de Jodorowsky con Moebius), acá el escritor desafía los límites de la imaginación y la técnica, ya que en una sola página tiene tiempo para contar una historia y dejar un mensaje. El gran cambio en la prosa de Jodorowsky es la síntesis de lo visual para transformarse en un poema.

La voz de Jodorowsky en El Tesoro de la Sombra se mezcla con los dibujos de Boucq y su famoso trabajo Jerónimo Puchero para construir un Dios surrealista, que se ríe de las fatalidades y deja enseñanzas psicomágicas. El escritor no siempre utiliza la psicomagia para la escritura pero accidentalmente siempre hay mensajes escondidos para ser encontrados y utilizados. Los cuentos Secretos de Familia o El Laberinto Inundado son ejemplos de ilusiones y problemas que confronta el ser humano y cómo pueden ser resueltos. Jodorowsky no aburre con su narrativa y tampoco se hace inentendible como en otra famosa colaboración con Moebius, Garras de Ángel, dónde el relato erótico está mezclado con lo surrealista y en el final no queda claro el mensaje y la idea.

El arte de Boucq es el complemento perfecto para la imaginación de Jodorowsky, ya que su dibujo realista justifica las delirantes ideas del escritor. Boucq es un obsesivo por los detalles y en cada página queda en claro cómo aprovecha el blanco y negro para demostrar su impacto. A diferencia de otros trabajos, acá el artista está más suelto, ya que no tiene la presión de planificar una narrativa que englobe a todas las viñetas, sino que juega más al acto de la sorpresa sostenido por el cuento. La amistad entre Jodorowsky y Boucq de tantos años permitió la existencia de trabajos tan experimentales cómo este y no tan conservadores como Bouncer, que es una historieta inolvidable de vaqueros pero que no desafía los límites de la experimentación.

El problema que tiene este trabajo no es la experimentación y tampoco las ideas, sino que en muchos cuentos no queda claro si Jodorowsky buscaba con ese concepto, una película, una historieta, una novela, un poema o un cuento. La imaginación de los autores para retratar cada relato es inimaginable pero no siempre se le saca provecho. Hay muchas historias cortas como Delirio de Grandeza y La última semilla, que hubiera sido mejor guardarlas para contar historias más largas. Sin embargo esta colaboración entre Jodorowsky y Boucq es muy superior a las dos que hizo el escritor con Moebius, ya que no sólo propone una mayor diversidad de géneros sino que la expresión es más clara.

La editorial Debolsillo editó El Tesoro de la Sombra y es la edición más popular, ya que la versión publicada por Siruela es en tapa dura y está descatalogada hace mucho tiempo. Sin embargo en inglés es inaccesible, ya que Humanoides le cambió el formato y ahora es tan gigantesca como una mesa de café. Lamentablemente el precio es demencial: no tiene sentido pagar 70 dólares por una edición limitada.

Fuente: Comiqueando

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