Reflexión de Alejandro Jodorowsky:
Yo busco mi ser esencial, mi dios interior, porque lo he perdido. En alguna parte, nuestra civilización lo ha perdido. (Si no os gusta el nombre de dios interior, podéis decir el alma, el inconsciente, la naturaleza interior, la esencia, lo que queráis…) Yo he luchado toda mi vida por reencontrarlo. Sabía que en alguna parte, existía algo, una luz en mí. Cuando lo descubro, tengo el placer de haber reencontrado lo que sabía poseía y, entonces, es preciso que lo dé y me disuelva en el mundo. Todo el trabajo espiritual no lleva en la entrega de uno mismo.
No existe un ser realizado que no se haya entregado al mundo, al universo. Amar es obtener para compartir. Cuando yo amo, busco el amor. Cuando lo encuentro, lo comparto enseguida. No solo lo comparto con mi pareja, si no también con su familia, con la familia que formamos juntos, con los amigos, etc...
El amor no compartido no existe, es una neurosis, un egoísmo, una locura. Yo busco el amor de dos para compartirlo y ser entonces una luz en el mundo. Yo trataba simplemente de formar una pareja y aquí me acabé encontrando con cinco hijos. ¡Que sorpresa tener y ser una familia! No me arrepiento de ello, pues cada hijo que ha venido me ha abierto el corazón un poco más. Me ha conducido el trabajo y a la angustia, al psicodrama de perdonar a mis padres, etc. me ha conducido a descubrir el amor y a quererles a todos.
Cada ser que aparece en tu vida en una bendición. ¡Un gato, una planta, un amigo, todo! ¡Un colaborador, un empleado, un maestro..., que gran alegría!
◇
Fuente: Plano Creativo (http://www.plano-creativo.com)
Imagen: Manny Jaef
Yo busco mi ser esencial, mi dios interior, porque lo he perdido. En alguna parte, nuestra civilización lo ha perdido. (Si no os gusta el nombre de dios interior, podéis decir el alma, el inconsciente, la naturaleza interior, la esencia, lo que queráis…) Yo he luchado toda mi vida por reencontrarlo. Sabía que en alguna parte, existía algo, una luz en mí. Cuando lo descubro, tengo el placer de haber reencontrado lo que sabía poseía y, entonces, es preciso que lo dé y me disuelva en el mundo. Todo el trabajo espiritual no lleva en la entrega de uno mismo.
No existe un ser realizado que no se haya entregado al mundo, al universo. Amar es obtener para compartir. Cuando yo amo, busco el amor. Cuando lo encuentro, lo comparto enseguida. No solo lo comparto con mi pareja, si no también con su familia, con la familia que formamos juntos, con los amigos, etc...
El amor no compartido no existe, es una neurosis, un egoísmo, una locura. Yo busco el amor de dos para compartirlo y ser entonces una luz en el mundo. Yo trataba simplemente de formar una pareja y aquí me acabé encontrando con cinco hijos. ¡Que sorpresa tener y ser una familia! No me arrepiento de ello, pues cada hijo que ha venido me ha abierto el corazón un poco más. Me ha conducido el trabajo y a la angustia, al psicodrama de perdonar a mis padres, etc. me ha conducido a descubrir el amor y a quererles a todos.
Cada ser que aparece en tu vida en una bendición. ¡Un gato, una planta, un amigo, todo! ¡Un colaborador, un empleado, un maestro..., que gran alegría!
◇
Fuente: Plano Creativo (http://www.plano-creativo.com)
Imagen: Manny Jaef
No hay comentarios:
Publicar un comentario