“Los seres sagrados se permiten cambiar. Buda nació Príncipe y murió mendigo. Mahoma nació mendigo y murió Príncipe”.
— Alejandro Jodorowsky
La definición de “milagro” para Jodorowsky tiene que ver con el reconocimiento de nuestro Dios interno y con nuestra decisión de permitir que ese Dios se manifieste, hable y actúe a través de nosotros, de nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
Un ejercicio práctico para comenzar a permitir que ese Dios interno se manifieste:
¿Qué te imaginas cuando piensas en Dios?
¿Qué forma tiene para ti Dios o el ser supremo en el cual tú creas?
¿Qué sientes cuando piensas en Él?
En la página 35 del libro de Eckhart Tolle “El poder del ahora” encontramos este párrafo:
La palabra Dios se ha convertido en un concepto cerrado. En el momento en que se pronuncia, se crea una imagen mental, quizá ya no la de un anciano de barba blanca, pero sí una representación mental de alguien o algo externo a uno y, casi inevitablemente alguien masculino.
Más adelante señala:
“...así que la única cuestión importante es si la palabra es una ayuda o un obstáculo para permitirle a usted experimentar aquello que señala”.
Personalmente pienso que Dios está dentro de cada uno, por eso destaco el primer párrafo del libro de Tolle y propongo a mis lectores que cada vez que pronuncien la palabra Dios en lugar de dar forma externa a dicho ser, lo ubiquen dentro de ustedes mismos; es un ejercicio de visualización.
A cada palabra que pronunciamos corresponde una representación bien sea visual, auditiva, kinestésica (o las tres) y nuestra relación con esa palabra depende de esas representaciones, ellas con el uso se convierten en anclas (término de la PNL) que nos desatan determinadas sensaciones, sonidos o visiones internas al pronunciar, oír o pensar en dicha palabra.
Si tu representación de Dios es algo externo a ti, entonces un buen ejercicio para llenarte de poder y comenzar a hacer uso efectivo de esos poderes que nos fueron dados al ser creados a su imagen y semejanza es cambiar esa representación por una interna, algo que se encuentre dentro de ti.
Puedes también tratar de imaginar que Dios es un rayo potente de luz que nace dentro de ti y te unge de poder y de luz o nace sobre tu cabeza y te llena de luz y poder al entrar en tu cuerpo. Haz una representación interna que te haga sentir poderos@ y cómod@, con la repetición de esta representación poco a poco crearás una nueva ancla más armoniosa y acorde con un Padre amoroso que nos hizo a imagen y semejanza, una imagen que, como dice Tolle, te ayude a EXPERIMENTAR a ese ser en lugar de ser un obstáculo para sentirlo dentro de ti.
Fuente: Adaptado de creaturealidad.com
∼✻∼
Ilustración: truthnetmedia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario